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MARINA COSTA
Martes, 24 de abril 2012, 03:26
Renovación de las instalaciones educativas, más dotaciones deportivas, servicios para mayores y jóvenes y el rescate de bienes protegidos como las antiguas alquerías del Moro y la Torre para evitar su desaparición. Son algunas de las cuestiones que surgieron en el encuentro entre LAS PROVINCIAS y las asociaciones vecinales de Benicalap-Entrecaminos y Ciudad Fallera.
Los vecinos critican el «silencio administrativo del Ayuntamiento cada vez que se le remiten escritos y peticiones. Tenemos notificaciones sin responder de junio de 2010». También piden que la participación ciudadana en las juntas de distrito sea real y efectiva.
En materia de educación, queda mucho por hacer en el barrio. «El colegio Salvador Tusset tiene unas instalaciones de más de 50 años, con barreras arquitectónicas, desconchados, aulas antiquísimas y falta de mantenimiento».
Un problema similar arrastra el colegio público de la Ciudad Fallera, a expensas de una ampliación del comedor «porque tienen que hacer tres turnos por la saturación».
La reforma y ampliación del Lluís Guarner «está paralizada desde hace dos años. Se redactó un proyecto, pero todavía no se ha hecho nada». La falta de plazas en Infantil para niños de cero a tres años es otra de las carencias que presenta el barrio que tiene parcelas «para construir dos institutos y un colegio de infantil y primaria».
El nuevo centro para mayores «cuyas obras terminaron hace poco, sigue cerrado. Por fuera parece terminado, pero no sabemos cómo estará por dentro», denuncian. Un centro de día para enfermos de Alzheimer «que se iba a abrir en la calle Alquerías, también está cerrado y eso que las obras terminaron hace seis meses».
En materia de patrimonio, la recuperación de la antigua fábrica de La Ceramo centra parte de las peticiones vecinales. «Se está dejando caer y la suciedad campa a sus anchas por esta instalación de la que salió cerámica para el Mercado de Colón o la Estación del Norte. Se hace alguna limpieza puntual y ya está», lamentan desde la asociación. El peligro de derrumbe hace necesario «intervenir cuanto antes. Está en manos privadas, hay una parte protegida y hay que llegar a un acuerdo».
En Ciutat Fallera las alquerías del Moro, la única declarada Bien de Interés Cultural, y la de la Torre son dos edificios «singulares y protegidos que están en un estado lamentable. Están contemplados en el proyecto de ampliación del parque de Benicalap, pero así está todo desde el año 1988».
Los bomberos tuvieron que apuntalar un tramo de la del Moro tras un derrumbe denunciado por los vecinos. El palacete conocido como el chalé del Americano también formaba parte de la futura planificación del parque pero ahora permanece tapiado y ocupado cada cierto tiempo de manera ilegal.
La falta de locales, para las bandas de música por ejemplo, y de instalaciones se podría paliar con la puesta en valor y el uso de estos inmuebles que forman parte del legado de Benicalap, recalcan sus residentes. En el parque las instalaciones deportivas necesitan «renovación porque están muy viejas y con falta de mantenimiento. Además, el anfiteatro está cerrado y no hay ninguna actividad».
Los jóvenes tampoco tienen espacios para reunirse. «El Casal de la Juventud desapareció hace veinte años y no hay nada para ellos». En el edificio de La Ceramo se podría ubicar «un centro cultural y juvenil con un salón de actos».
Para potenciar el uso del transporte público en el barrio, los residentes piden que la línea 64 de autobús entre en la Ciudad Fallera y que la 28 se pueda alargar hasta el final de la avenida Burjassot. También solicitan que el tranvía tenga «prioridad» sobre el resto del tráfico porque viajar hasta la Malvarrosa «cuesta tres cuartos de hora».
Doce meses de manifestaciones llevan los vecinos para que la vieja La Fe de un servicio público y aproveche sus instalaciones ahora cerradas en su mayoría. «Estamos hablando de una población de 100.000 habitantes entre los distritos de Campanar, Zaidia, Benicalap y Benimámet. Es absurdo tener un edificio parado con listas de espera».
La central de la Policía Local de la calle Azucena también necesita una intervención en sus instalaciones. «Está muy deteriorada y el lugar se les ha quedado pequeño».
La parcela de la calle Doctor Nicasio Benlloch y la «promesa de que junto al futuro campo de fútbol del Valencia iría un polideportivo municipal» es otra de las incógnitas pendientes que los vecinos quieren despejar. «El Valencia sí se ha puesto en contacto con nosotros pero el Ayuntamiento no ha dicho nada», añaden.
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