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El escritor Víctor Maicas. :: LP
'Las incoherencias de la política' según V. J. Maicas
LA FIRMA INVITADA

'Las incoherencias de la política' según V. J. Maicas

VÍCTOR MAICAS

Viernes, 11 de mayo 2012, 02:48

Hace poco dije en uno de mis artículos periodísticos que, viendo que cada vez aumenta más la diferencia entre ricos y pobres, quizá en el fondo sólo existan dos grandes tipos de clases sociales: los que pueden vivir de rentas hasta el final de sus días, y el resto de los mortales que casi únicamente con el esfuerzo de nuestro trabajo nos tenemos que ganar día a día nuestro propio sustento personal. Y esto posiblemente sea así porque ese 'Estado del Bienestar' por el que muchos suspiramos, el neoliberalismo económico que impera en la actualidad (los famosos mercados) lo está aniquilando a pasos agigantados.

Pero verán, curiosamente existe una 'subclase social' (a la que pertenecen muchos de los políticos de hoy en día) que sin embargo sí gozan de su particular Estado del Bienestar administrando el dinero público y viviendo de él (con unos enormes sueldos y ventajas sociales), pero paradójicamente parece que muchos de estos 'administradores' no se fían precisamente de lo que ellos mismos manejan, de la sanidad y de la educación públicas por ejemplo, pues es bien sabido que determinados políticos a pesar de recibir sus grandes honorarios del dinero público, llevan a sus familias tanto a los hospitales privados como a los centros educativos de pago. Y viendo esto, muchos nos preguntamos: ¿Sería comprensible que el presidente de la BMW se comprara para su uso personal un coche de la competencia, por ejemplo un Mercedes? Pues en cierto modo, eso es lo que hacen determinados políticos, que son los responsables de lo público pero llevan a sus familias a lo privado. Reciben sus honorarios de lo público (sueldos que paga la Administración Pública, y subvenciones que reciben también del estamento público sus partidos), pero curiosamente y como acabo de decir, por lo que parece no apuestan por lo que ellos mismos administran. Les estamos dando nuestro dinero, el dinero público de todos, a determinados personajes que según parece no se fían de lo que ellos organizan y que además son los primeros en no dar ejemplo con su actitud.

No obstante, no sería justo decir que esto lo hacen todos los políticos, pero lo que sí debería ser de ley es que, si alguien recibe un céntimo del Estado, debería ser el primero en dar ejemplo para que a ciudadanía se fiase mínimamente de su gestión, ya que en definitiva, nadie les obliga a ser políticos y menos aún a elegir desarrollar su actividad profesional entre lo público y lo privado.

Y por último, simplemente añadir que aunque a priori obligar a los políticos a aceptar estas reglas de juego pueda parecer que tan solo es una cuestión de sentido común y de predicar con el ejemplo, si lo piensan bien en realidad va más allá, pues evidentemente si tanto ellos mismos como sus familias tuviesen que acudir a la sanidad y a la educación públicas, sin lugar a dudas harían todo lo posible para que dichos servicios gozaran de la mejor calidad posible, ¿no creen?

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