El calendario de huelgas docentes fracasa en su primera convocatoria
Educación cifra en un 18% la participación del profesorado valenciano mientras los sindicatos elevan el dato al 35%
J. BATISTA
Jueves, 17 de mayo 2012, 03:55
La primera jornada de huelga docente incluida en la batería de acciones contra los recortes educativos acabó pinchando en hueso. Al menos es lo que reflejan los datos facilitados por la Conselleria de Educación, que distribuyó tres balances a lo largo del día de ayer. La información, según explicaron desde el departamento, la extrajo la inspección educativa a través del programa informático Itaca, y se basa en el número de profesionales que comunicaron su intención de participar en los paros.
A las diez de la mañana, el seguimiento del personal se cifró en un 9,54%, que se elevó al 17,36% a las dos y al 18,08% a las cuatro, siendo este el dato definitivo tras el recuento de los grupos de tarde.
Esto significa que sólo 10.400 docentes sobre un total de 57.800 refrendaron la primera convocatoria del calendario sindical, que prevé dos paros más: el convocado hoy y el del día 22, que será a nivel nacional e incluirá al ámbito universitario. El punto de vista sindical fue diferente, como es habitual, pues cifraron el apoyo en un 35%. Eso sí, destacaron que sus cálculos se realizaron sobre un total de 52.000 profesores y apuntaron que las cifras totales de la conselleria -57.800- estaban hinchadas al incluir también a los que se encontraban de baja.
Si se comparan los datos con la última convocatoria se reafirma la idea del pinchazo. Entonces, aunque fue una huelga general, el seguimiento facilitado por las mismas organizaciones fue del 60%. Conselleria, en cambio, lo situó entre el 36% de Primaria y el 32% de Secundaria.
Pese al abismo entre las estadísticas aportadas, da la sensación de que el profesorado ha decidido dar la espalda a una movilización ambiciosa aunque demasiado lesiva, tanto para el derecho de los alumnos, que pueden ver alterada su rutina diaria si no hay profesorado suficiente, como para los docentes, que pierden cien euros por cada huelga en la que participan. Y más si se tiene en cuenta que todas las medidas de ajuste sufridas desde 2010 han afectado, de alguna manera, a su salario.
De ahí que muchos hayan retrasado su participación a la espera de que llegue la huelga general educativa del 22, que fue anunciada con posterioridad a la convocatoria valenciana y se prevé multitudinaria.
Tras conocer los resultados, la consellera de Educación, María José Català, felicitó a los docentes por su responsabilidad al «continuar trabajando y no querer perjudicar a los escolares en un día lectivo». También dijo que los servicios mínimos funcionaron y que de cara a las próximas convocatorias los padres pueden llevar sin problemas a los hijos a las escuelas.
Los paros nacieron de las asambleas docentes que los sindicatos organizaron para explicar las medidas de ajuste incluidas en el decreto 1/2012 del Consell, que les reduce a la mitad el complemento salarial de los sexenios y supone a los interinos dejar de recibir los sueldos de julio y agosto.
Decretos y recortes
Sin embargo, la llegada del real decreto 14/2012 del Gobierno, de racionalización del gasto educativo, les ha permitido sumar argumentos, al denunciar que el aumento de las ratios, de las horas lectivas o la dilatación en la cobertura de las bajas derivará en un empeoramiento de la calidad y en la no contratación de miles de profesionales. Como rezaba el manifiesto leído al final de la manifestación organizada en Valencia, «el aumento de las horas lectivas del profesorado de Secundaria puede llevar al despido de al menos 8.000 profesores interinos y al desplazamiento de miles de funcionarios de carrera».
La manifestación incluida en la jornada de huelga sí fue multitudinaria. De hecho, creció a medida que avanzaba la marcha hacia su punto final, la plaza de la Virgen. Muchos de los participantes llegaron en autobuses fletados desde Alicante, donde el seguimiento de la huelga (24%) fue mayor que en el resto de provincias (13,6% en Castellón y 13,9% en Valencia). Desde la organización explicaron que participaron más de 30.000 personas, un dato que fuentes oficiales dejaron en 10.000. Pese a todo, colapsaron el centro ante las vueltas que dio el recorrido. Se vieron muchas pancartas, especialmente de centros participantes, camisetas negras (en señal de luto por la educación pública) y algunas escenificaciones llamativas, como el grupo de profesores que portaban lápices gigantes a modo de picas.
«Estamos ante la pretensión de cambiar el sistema y las condiciones laborales del funcionariado de forma irreversible», decía el manifiesto. «Defendemos la educación de calidad en la que creemos, que dé las mismas oportunidades y proporcione las infraestructuras, el profesorado y los medios necesarios para conseguirla. La educación es un derecho, no un gasto», sentenció el documento, firmado por los sindicatos convocantes: STEPV, CC.OO. PV, CSIF, ANPE y UGT-PV.
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