Las tascas tendrán listos los toldos contra el ruido en un plazo de diez días

Las tascas de Castellón están de enhorabuena, y es que por fin ayer comenzó la instalación de los toldos fonoabsorbentes con los que se pretende silenciar una polémica que viene azotando desde hace años a esta emblemática zona de ocio. En concreto, las estructuras, capaces de reducir en más de 13 decibelios el ruido generado por los clientes, suponen el principio del fin -o al menos así lo esperan los hosteleros- del último y más comentado capítulo del 'culebrón' de las tascas, ese que enfrenta a los dueños de los locales y a los vecinos, encabezados por la plataforma Castelló Sense Soroll, y que a finales de 2011 obligó a instaurar la ley seca en la zona.

De hecho, los propietarios de los negocios de las calles Isaac Peral y Barracas están esperando a que los toldos estén listos -algo que ocurrirá en un plazo máximo de diez días- para pedir la aplicación del nuevo artículo de la ordenanza municipal que permitirá volver a sacar alcohol al exterior. Un artículo aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos a raíz del fallo del TSJ que, en diciembre del año pasado, daba la razón a Castelló Sense Soroll y prohibía el consumo de este tipo de bebidas en el entorno de las tascas.

Además, la instalación de dichos toldos, recordaba ayer el concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, «es uno de los compromisos alcanzados por los propietarios de los locales tras la declaración de la zona como Acústicamente Saturada en 2010», al igual que el refuerzo de la vigilancia policial, la reducción del horario de apertura, la limpieza de la zona a una hora determinada o la limitación de la concesión de licencias.

Según detalló el responsable del área, estas estructuras fonoabsorbentes «tendrán unos tres metros de altura y cubrirán por completo las calles Isaac Peral y Barracas», lo que permitirá minimizar «en gran medida» las molestias vecinales. «Se colocarán cada día a partir de las 22.00 horas para evitar nuevas polémicas», añadió.

Perdidas por la ley seca

Al respecto, destacar que la instalación de los toldos correrá íntegramente a cargo de los propietarios de las tascas, quienes se muestran «confiados» en sus beneficios. No obstante, y así lo aseguraban hace unas semanas a LAS PROVINCIAS Castellón, ya dan por perdida la temporada. Y es que la ley seca derivada del fallo del TSJ conllevó una caída de las ganancias que cifraron «en torno al 60 por ciento». Y aunque parece que pronto volverá todo a la normalidad, «este año ya no hay nada que hacer», lamentaban.