Los rectores plantan al ministro al negarse a hablar de los recortes

Los recortes en educación están suponiendo una travesía por el desierto para el ministro José Ignacio Wert. Si el martes vivió la primera huelga de la democracia en todos los niveles de la enseñanza, ayer le tocó sufrir todo un plantón a cargo de los responsables de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue), que decidieron no acudir al Consejo de Universidades convocado a partir de las 16 horas.

La medida de presión visibiliza el rechazo de los máximos responsables universitarios, incluidos los valencianos, al decreto de racionalización del gasto educativo aprobado por el Gobierno a finales de abril, que contempla un incremento en las tasas de matriculación y una reestructuración de las plantillas por el aumento de la carga lectiva de los docentes que no tienen reconocidas tareas de investigación.

Todo se fraguó en la asamblea general de la Crue celebrada ayer por la mañana, en la que se decidió por unanimidad no acudir a la cita con el ministro. Fue la presidenta, Adelaida de la Calle, la que transmitió a Wert la postura del colectivo.

El motivo del plantón fue que en el orden del día no se había incluido ningún punto para debatir o reflexionar sobre la citada normativa, a pesar de que era una petición expresa formulada por la Crue el 7 de mayo, cuando se le planteó la convocatoria de un consejo extraordinario para tratar el tema. Las respuesta ministerial fue citarles a una sesión ordinaria en la que no sólo no había referencias al decreto sino que se suprimió la parte de ruegos y preguntas, lo que la Crue interpretó como un intento de «evitar la reflexión y el debate», según el comunicado remitido ayer, que fue especialmente duro.

«Los rectores han entendido que se trata de una falta de respeto y de atención a toda la comunidad universitaria -a sus estudiantes, a sus profesores y a su personal de administración y servicios-», continuaba el documento, leído tras la asamblea por el rector de la Universitat Politècnica de València y vicepresidente de la Crue, Juan Juliá.

Por su parte, la presidenta lamentó la falta de entendimiento con el ministerio, «algo que siempre ha existido con todos los gobiernos independientemente de su color político. No entiendo por qué desde el principio no ha habido margen de diálogo o vínculo», aseguró De la Calle. De hecho, una de las críticas de la Crue es que las medidas del decreto no fueron debatidas ni negociadas antes de su aprobación.

En clave valenciana, el plantón sirve a los rectores para visibilizar su oposición a la normativa, cumpliendo con las peticiones reiteradas por asociaciones de estudiantes o plataformas de docentes y administrativos. Es el caso de la Universitat de València, que tiene abierto un conflicto con los asociados debido al recorte de puestos que puede suponer el decreto. El colectivo le ha pedido a Esteban Morcillo que se declare insumiso ante el documento como condición para parar la huelga indefinida que han convocado, algo que no puede hacer al ser de obligado cumplimiento tras ser asumido por el Consell.

Tras conocer la decisión de los rectores, el ministro lanzó una nueva llamada al diálogo entre las partes. Sin embargo aclaró que «diálogo» no quiere decir «negociación», ya que desde el Ministerio y el Gobierno se considera que el camino emprendido con las últimas reformas es irreversible.

Tampoco ocultó su «infinita sorpresa» por el plantón. Wert llegó incluso a preguntarse si «son conscientes de la naturaleza de los problemas de este país». Además, señaló que ya se realizó un debate en el momento del anuncio de los ajustes con la permanente de la Crue, del que, aparentemente, todas las partes habían salido satisfechas. También dijo que convocar un consejo extraordinario no es competencia del ministro sino que debe salir de un tercio de los miembros del mismo. Además, Wert apuntó que el plantón en el consejo impidió aprobar el decreto sobre la regulación de becas del curso que viene (sube la nota media) o el relacionado con la organización de las PAU.

En el escenario actual y ante el abismo entre las partes, la Crue ha decidido cambiar de interlocutor y ha solicitado una entrevista urgente con el presidente del Gobierno.