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LUIS CANDELA
Viernes, 1 de junio 2012, 11:26
Con la sesión plenaria recién empezada, los vecinos afectados por la planta de residuos de El Campello alzaron camisetas con proclamas contra los olores del vertedero. Querían hacer saber que el nivel de pestilencia de la instalación, lejos de rebajar, va en aumento. El alcalde, Juan José Berenguer, llamó al orden e instantes después expulsó al colectivo.
Portaban, además de las camisetas, registros de la Policía Local con la cantidad de llamadas efectuadas denunciando su situación. «En marzo hay contabilizadas 36 llamadas, cuando dijeron que tan solo fueron cinco», explicó la presidenta de la asociación de afectados, Nieves Rodríguez. «Llevo dos días en El Campello y ya me han aparecido manchas rojas», relató Begoña de Miguel, otra vecina de la zona.
Cuando se producen las quejas, los agentes dan parte a la planta y, en ocasiones, a la UMH. El colectivo lamenta la falta de información de la auditoría de la universidad, «cuando aseguraron que habría un seguimiento con reuniones periódicas y nada se ha hecho».
Cuentan los afectados que en la madrugada del pasado lunes el olor fue «insoportable». Los vecinos cierran puertas y ventanas para blindar la casa pero, el hedor encuentra lugares por los que colarse como la rejilla del gas. «Nos aseguramos bien antes de llamar a la Policía, porque cuando lo hacemos es debido a que no podemos más».
El alcalde, por su parte, manifestó que «no voy a consentir que se boicotee el pleno ni que se convierta en un circo, máxime cuando saben que se están dando pasos», e instó a los vecinos a participar en el turno de ruegos y preguntas. Berenguer sostuvo pese a las protestas vecinales que «hay menos quejas, la situación es mejor y los episodios son más cortos», y aseguró que cuando llega el equipo de la UMH, que tarda veinte minutos en llegar a la zona, «ya no huele».
Tras el incidente, el pleno continuó y se aprobó la renovación de la red de agua pública y su separación de la canalización privada de la urbanización Alkabir, ubicada en la zona norte del municipio, mediante el convenio suscrito con la entidad Aguas de Alicante.
Así, la urbanización La Font se integrará a la red de agua potable de Sant Joan en la parte en la que depende de este municipio, que es casi en su totalidad. El Campello cederá parte de su canalización, por lo que percibirá 50.000 euros que, según el primer edil, se destinará a inversiones hídricas.
Además, a petición de EU, el Consistorio solicitará la denominación de punto negro del tramo de la N-332 entre La Vila y El Campello. Solo en el último año se han registrado cuatro muertes y una gran cantidad de accidentes.
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