Buscan en vertederos a un niño de tres años arrojado a la basura

Una nueva atrocidad con los más débiles cómo víctimas: los niños. La Policía Nacional busca en vertederos de la provincia de Valencia el cuerpo de Johan David, un menor de tres años de origen suramericano cuya desaparición fue denunciada a última hora del martes en la capital.

Según explicaron fuentes policiales, todo comenzó cuando la madre de Johan, de nacionalidad boliviana, dejó al pequeño a cargo de dos amigas para ausentarse de la ciudad momentáneamente. Al regresar, su hijo no estaba con ellas y las dos mujeres, también bolivianas, ofrecieron una extraña versión: mientras paseaban por la ciudad unas personas se habían llevado a Johan tras hacerse pasar por policías. Aparentemente, un secuestro. Esta fue la primera versión que escucharon los agentes que se presentaron en el domicilio tras una llamada al 091.

Los familiares del pequeño denunciaron la desaparición y además colgaron numerosos carteles con la foto del niño en varios puntos de la ciudad, entre ellos el barrio de Tres Forques. En estos carteles, los propios familiares expusieron públicamente la versión de los hechos ofrecida por las dos amigas: «fue quitado por dos personas haciéndose pasar por policías», reza el escrito al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS.

Los agentes determinaron que se trataba de una desaparición de las calificadas técnicamente como inquietantes, aquellas en las que las circunstancias apuntan a que la víctima está en serio peligro o puede haber sido asesinada. Hasta tal punto que se dio parte al Grupo Central de Homicidios y Desaparecidos, con sede en Madrid.

La segunda versión

Tras horas de investigación, los especialistas policiales volvieron a interrogar a las dos amigas. Su relato no cuadraba. Finalmente, una de ellas se derrumbó y lograron arrancarle una confesión: dijo haber arrojado al menor a un contenedor de la basura porque el pequeño se golpeó accidentalmente el lunes y falleció de forma inmediata. El pánico a contárselo a la madre, siempre según esta declaración, hizo que lavaran de sangre el cadáver, le cambiaran de ropa y lo arrojaran al contenedor.

A partir de ahí, se activaron todas las alarmas. Según fuentes policiales, ayer de madrugada fue inspeccionado un contenedor del barrio de San Isidro en busca de pistas. Al parecer, dieron con el depósito donde fue arrojado el niño, sin embargo los efectivos de Policía Científica que lo examinaron no hallaron el cuerpo sin vida.

Los investigadores recabaron datos sobre los horarios de recogida de basura y concluyeron que la búsqueda del niño debía seguir, necesariamente, en los vertederos donde van a parar los desperdicios de Valencia y su área metropolitana. La primera planta inspeccionada fue el Complejo de Valorización de Residuos de Quart de Poblet.

Sobre las tres y media de la madrugada, la policía detuvo la actividad de la planta y comunicó a los responsables la terrible noticia: «Va a ser una noche desagradable. Tenemos que buscar a un niño de tres años que ha podido ser arrojado a la basura», comunicaron a los trabajadores. Les ofrecieron la posiblidad de marcharse a sus casas o colaborar, opción elegida por casi todos. Ese rastreo duró toda la noche y se prolongó hasta las doce y media. Algunos empleados explicaron que la búsqueda se centró en el punto de entrada de la cinta que traslada los residuos, donde los camiones de la basura abocan la carga. Además de los policías y los trabajadores, guías caninos con perros adiestrados se emplearon a fondo para intentar dar con el pequeño. Pero sin resultado.

En la planta de Quart se realiza la separación de algunos materiales aprovechables de la basura. Pero los residuos rechazados van a parar a otra planta, la de Dos Aguas. Ese fue el segundo lugar inspeccionado. Al cierre de esta edición, sólo se había revisado aproximadamente un 3% de toda la basura que hay que examinar en busca del niño. Un familiar del menor expresó: «La madre de Johan David está destrozada. Muy mal. La policía nos ha dicho que ahora podemos esperar».