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ADA DASÍ
Sábado, 16 de junio 2012, 11:36
Un pescador de Catarroja encontró ayer el primer ejemplar de siluro que se ha visto en el lago de la Albufera. El pez gato, de unos 300 gramos de peso, quedó atrapado dentro de uno de los 'mornells' que se utilizan para la pesca de anguilas de forma tradicional. El pescador alertó a la cofradía de Catarroja, quien se ha hecho cargo del ejemplar para comunicar su hallazgo a la dirección del Parque Natural.
«Ahora nos ha tocado esto», se lamentan desde la cofradía de Catarroja. Y es que el siluro, una especie exótica invasora, puede alcanzar los cien kilos de peso y es capaz de poner en peligro la biodiversidad del lago, como ya lo ha hecho en el río Ebro, donde ha provocado la total desaparición del barbo, que era bastante abundante hasta el año 2005, y ha producido un cambio en las condiciones de flora del lago. «Esperábamos que no llegaran a la Albufera, pero cuando se ha visto uno, suponemos que habrá muchos más», advirtió el presidente de la cofradía de Catarroja, Miguel Raga.
El hallazgo se ha producido en la zona conocida como el 'brossar', a la salida del canal del puerto de Catarroja. «Suponemos, por el sitio donde lo han encontrado, que ha llegado de las aguas de Silla, donde muchas de las acequias provienen del río Júcar», dijo Raga. Además, señala que este animal es difícil de pescar con las formas tradicionales del lago. «Es escurridizo porque no tiene escamas y por eso es complicado que se enganche en las redes», explica. «Sí puede capturarse con los 'mornells' cuando son del tamaño del que se ha encontrado, pero si crecen más no va a ser fácil pescarlos», añade.
Este suceso ha supuesto un revés para los pescadores que faenan en el lago, que han visto mermado el número de ejemplares, primero con el apetito voraz de los cormoranes, aves capaces de engullir kilos y kilos de peces al día y cuya población se ha multiplicado. Además, desde hace dos años, la mortandad de peces, la mayoría llisas, ha llegado con la pudrición de la paja del arroz, después de que la normativa europea prohibiera recibir ayudas en el caso de que se quemara.
La noticia de la aparición de un ejemplar de siluro ha corrido como la pólvora entre la comunidad de pescadores, que ya auguran un futuro incierto para el lago, considerado uno de los humedales con mayor valor ecológico de toda España.
Y es que de momento, el siluro se había detectado en el embalse de Forata, en el río Magro, donde parecía controlado. La Confederación Hidrográfica del Júcar, de la que depende la Albufera, se había centrado hasta el momento en otra especie invasora, el mejillón cebra, que se detectó por primera vez en el ámbito de la Confederación en septiembre de 2005 en el embalse de Sitjar, último embalse de la cuenca hidrográfica del rio Mijares. En septiembre de 2006 se constata la presencia de ejemplares muertos en los márgenes del embalse de Forata en el río Magro, afluente del río Júcar. Posiblemente está presente en el ámbito de la Confederación desde finales del siglo XX.
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