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A. DASÍ
Martes, 19 de junio 2012, 02:53
Con alarma y sorpresa. La noticia de la detección de un siluro (un pez gato) en aguas del puerto de Catarroja ha sido recibida por el Ayuntamiento de Valencia con preocupación. «Habrá que poner todos los medios posibles» para frenar el avance de este pez «espantoso» en la Albufera, destacó ayer la alcaldesa Rita Barberá, que habló de ver de qué manera «barrer» o «peinar el lago para detectar su presencia».
La captura de un ejemplar de siluro, tal y como avanzó LAS PROVINCIAS, ha activado todas las alarmas para evitar que esta especie, que puede alcanzar los cien kilos y vivir 80 años, pueda alterar la biodiversidad del lago.
Ayer a primera hora técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente inspeccionaban las aguas en las que apareció el primer ejemplar de siluro el pasado viernes. El «brossar», tal y como se conoce entre los pescadores esta zona, está situada justo a la salida del canal del puerto de Catarroja, donde desemboca al lago.
Allí, el pez gato, de unos 300 gramos de peso, fue hallado por un pescador cuando procedía a recoger los «mornells», un utensilio tradicional para la pesca de anguilas que se coloca en el fondo del agua. La sorpresa fue mayúscula.
Tras este primer hallazgo, la Dirección General de Medio Ambiente ha convocado hoy a las diferentes cofradías de pescadores de la Albufera y a las partes implicadas en la defensa del parque natural a una reunión de urgencia para establecer un protocolo de actuación por si se localizaran más ejemplares de este tipo, dada la amenaza que supone para la fauna del humedal la presencia del temido pez gato, llamado así por sus grandes bigotes.
Los pescadores advierten de la dificultad que existe en constatar si realmente se trata de un ejemplar aislado o de una población más numerosa. Y es que esta especie exótica puede poner en jaque la biodiversidad del lago. «Se esconden en el fondo esperando a sus presas, por lo que es bastante difícil verlos», explican algunos pescadores que ya han comprobado su comportamiento en el Delta del Ebro.
Difícil captura
Además, los expertos también comentan la dificultad que supone su pesca mediante los usos tradicionales que permite el Parque Natural, «es difícil cogerlos con las redes porque no tienen escamas para poder engancharse. Se podría si fueran ejemplares como el que se encontró, de menos de medio kilo. Así es que si fueran más grandes, no cabrían», explican.
Los pescadores señalan que su objetivo no es «crear una alarma social, sino simplemente avisar de su presencia para evitar la posterior infestación del lago», del que todavía viven sus familias.
El concejal de Devesa-Albufera, Vicent Aleixandre, señaló que la detección de esta especie ha sido «una sorpresa», más «cuando hay tantos obstáculos para llegar a la Albufera desde las acequias» que desembocan en ellas. Apuntó que «de momento, ha aparecido uno» pero que «puede haber más». La misma tesis comparte la propia alcaldesa de Valencia, quien aseveró que «si hay uno, hay más», por lo que «hay que estar encima del tema», sentenció en una visita a El Saler.
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