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Urgente Un muerto y un herido en una pelea entre clanes en Nazaret
Un camión calcinado en el incendio de Ontinyent. / Fran García
Los afectados por los incendios de hace cinco años se sienten «olvidados»
Comunitat

Los afectados por los incendios de hace cinco años se sienten «olvidados»

Empresarios, ganaderos y agricultores de l'Alcalatén y la Vall d'Albaida piden que les indemnicen por los daños que sufrieron

B. LLEDÓ

Viernes, 6 de julio 2012, 02:50

El fuego ha devorado miles de hectáreas de monte en los últimos cinco años en la Comunitat. Cerca de 2.500 en la Vall d'Albaida en 2010. Otras 2.000 en Simat, Barxeta y Rafelguaraf. En l'Alcalatén, 5.500 hectáreas más quedaron reducidas a cenizas en 2007. Y detrás de las dantescas cifras, los afectados. Unos perdieron sus casas, sus cultivos, su ganado, su medio de vida. Otros vieron cómo, en cuestión de horas, las llamas devoraban su entorno. Hoy pocos han recibido las ayudas prometidas por los daños de aquellos incendios. Muchos han perdido la esperanza. Algunos confían aún en ser indemnizados. Todos se han sentido «olvidados» durante este tiempo.

«Quería montar una casa rural y el fuego la arrasó»

Hacía menos de un año que José Manuel se fijó en aquella finca en les Useres, de más de 20.000 metros cuadrados con 160 almendros y olivos milenarios. Depositó su ilusión en ella y ya se imaginaba el alojamiento rural en la que la iban a convertir. Pero no le dio tiempo. El incendio de l'Alcalatén de 2007 se la llevó antes por delante. «Compramos el terreno y construimos los caminos de acceso para nada. Fue un dinero tirado», afirma este empresario de turismo rural con el mal sabor de boca que le dejan aquellos negros recuerdos. Aunque la inversión aún no estaba hecha, su socio y él perdieron los cerca de 70.000 euros que les costó comprarla. «Recibimos una ayuda mínima para reconstruir infraestructuras agrarias pero eso no dio para nada. No sabemos cuándo nos van a indemnizar de verdad», afirma.

Melchor Rovira

«Nos dieron un anticipo de ayudas. Nada más»

El 28 de agosto de ese mismo año la masía de Melchor, repleta de almendros, algarrobos y pinos, se salvó del fuego de milagro. Pero al día siguiente cambió la dirección del viento y la masía fue pasto de las llamas. «A mi familia y a mí nos cayeron las lágrimas», admite. Hoy, la finca se ha recuperado al 80%. «Hace un par de años el Consell nos dio unas ayudas pero son un anticipo. No nos han dado nada más».

«Se nos quemó todo y nos han dado 200 euros»

Rusell y Carmina se trasladaron a su nueva propiedad, en Atzaneta, en junio de 2007. Este matrimonio de artesanos instaló allí su taller de trabajo. Lo que no se imagiban es que sólo dos meses después las llamas acabarían «con casi todo». Y menos aún pensaban que cinco años más tarde sólo habrían recibido «una ayuda de 200 euros para replantar los árboles dañados», lamenta Rusell. El fuego calcinó todo el material de trabajo así como las puertas, ventanas y maquinaria que guardaban en el interior del taller. «Tuvimos que comprarlo todo de nuevo». Sólo les dio tiempo a poner a sus animales a salvo. Las llamas también afectaron al grupo electrógeno de energía solar que tenían. Pasaron aquel invierno iluminándose con velas y gas butano. Sobre las ayudas, este británico asegura que tiene «paciencia». «No me voy a amargar la vida por eso pero aquí ha sufrido mucha gente y merecemos una indemnización».

«Se quemó la granja que me daba de comer»

José Martínez lleva dos años luchando por volver a levantar su negocio, devastado por las llamas en el incendio de Ontinyent en 2010. «Se quemó la granja que me daba de comer», lamenta. Aquel septiembre de hace dos años perdió «un almacén con 250.000 kilos de leña, siete cuadras, 10.000 kilos de alfalfa y 12.000 de paja. También la comida de los animales de todo un año», enumera. Además, el fuego arrasó el camión que utilizaba para desplazarse. «Me he tenido que comprar uno más pequeño y arreglar los contenedores para poder continuar con el servicio de la granja. Todo de mi bolsillo», afirma. Este vecino de Ontinyent se queja de que no ha percibido ni un euro. «El Ayuntamiento nos dijo que hiciéramos un informe con los daños y que nos avisarían. Pero ellos no han recibido el dinero y nosotros, por tanto, tampoco», dice José, que estima sus daños en 50.000 euros.

«No he recuperado la producción de antes»

Las tierras de cultivo y pasto propiedad de Manuel y su mujer les daban de comer a ellos y a sus hijos. El fuego lo arrasó todo y los dejó sin nada. «Todavía no hemos logrado recuperar la producción que teníamos antes del incendio», lamenta este padre de familia. Los troncos de algunos almendros, algarrobos centenarios y olivos se quemaron totalmente y no producirán nunca más. «La Conselleria nos concedió unas ayudas para recuperar los árboles al principio. Fue poco. Nunca te cubre los daños totales de lo que has dejado de ganar en este tiempo», manifiesta Manuel. Este afectado, al igual que muchos otros, añade que el daño moral ocasionado también fue importante. «Lo que teníamos antes no va a ser igual. Recuerdo cuando volvimos a pisar los terrenos, tras el incendio, que no se respiraba aire puro en el ambiente como antes». La plataforma de afectados por los incendios de l'Alcalatén ha recurrido a los tribunales para luchar «por lo que nos prometieron».

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