

Secciones
Servicios
Destacamos
BEGOÑA RIBERA ,
Martes, 10 de julio 2012, 05:48
Decenas de peces, en su mayoría carpas, han aparecido muertos en el río Magro a su paso por l'Alcúdia. El afluente del Júcar cuenta con un caudal escaso e irregular durante todo el año, situación que en la época estival se acentúa hasta quedarse seco, como ayer se pudo comprobar.
Hace unas semanas que se formó una especie de estanco similar al que se originó el verano pasado en este mismo lugar, y las altas temperaturas lo han secado, con consecuencias fatales para las especies subacuáticas del lugar. En los tramos en los que todavía queda agua estancada, la presencia de las moscas y el hedor por la podredumbre de los peces muertos es prácticamente insoportable.
Esta catástrofe medioambiental se une a las consecuencias de los incendios originados hace unos días en los municipios valencianos de Cortes de Pallás y Andilla que, además de cobrarse una vida humana, han producido un daño irreparable sobre la fauna y la flora de unas 49.000 hectáreas.
La plataforma Xúquer Viu ha remitido la problemática a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), en concreto al Comisario de Aguas, Javier Ferrer, y a la presidenta de la Confederación, María Ángeles Ureña. Los Servicios de Guardería Fluvial han procedido a realizar un informe detallado para confirmar las causas y establecer las medidas oportunas. «Sólo caben hipótesis sobre las causas del suceso, pero se deduce que el motivo principal es la insuficiencia de caudal», aseguran desde la Confederación. Además, que el origen de la mortandad hayan sido vertidos incontrolados es una opción más improbable.
Algunas de las causas que han acrecentado el problema con el agua en los últimos años han sido la escasez de recursos hídricos y también la contaminación mediante el vertido de residuos procedentes de la actividad agrícola e industrial. El Magro es un claro ejemplo de alteración de regímenes fluviales a consecuencia de la acción humana provocando daños en la vegetación y en los animales que conforman el entorno.
Otras zonas, en peligro
Paco Sanz, concejal de Compromís de l'Alcúdia y miembro de Xúquer Viu, aseguró que la gravedad de los daños es mucho mayor que el año pasado. Es un río que no tiene fijado un caudal ecológico, por lo que el agua que baja de Forata se utiliza para regar, no llega a la parte final del río», sostiene la agrupación.
La depuradora de Carlet que desagua el Magro origina una corriente permanente que había creado un espacio natural con agua, aves y peces, tal como asegura la plataforma, sin embargo, este año «la historia se ha repetido», denuncia. Xúquer Viu advierte que otra balsa de grandes dimensiones, unos 100 x 25 metros, que todavía mantiene con vida peces y aves, corre el peligro de secarse en los próximos días si no se interviene.
El problema del agua tiene antecedentes graves como el ocurrido en otro afluente del Júcar en su margen derecho, el río Albaida a su paso por Villanueva de Castellón, en 2010. La sequía provocó la muerte de miles de peces y la desaparición de algunas plantas de la ribera del río. La causa fue un problema de distribución del agua.
Debido a los recientes desastres naturales que están sucediendo en tierras valencianas, más de cien personas participaron el sábado en el certamen Mullat pel Xúquer, celebrado en el azud de Antella por octavo año consecutivo. Xúquer Viu, junto con Ribera en Bici y el Ayuntamiento de Antella, organizó el acto para reivindicar las graves consecuencias de los recientes incendios y la calidad de las aguas. Respecto a los incendios, los participantes lamentaron la terrible pérdida de biodiversidad, árboles, plantas y animales quemados en un incendio que aseguran «se podía haber evitado con una adecuada prevención y gestión del territorio, con unas inversiones adecuadas, y con medios y personal suficientes».
El manifiesto leído aseguraba que los acuíferos «están sobreexplotados, con un deterioro progresivo y constatable de las masas de agua». Los efectos de esta catástrofe medioambiental, que se sufrirá durante años, se prevé que también afecte a las aguas del territorio mediante la posible contaminación cuando la lluvia arrastre hasta los ríos los productos resultantes de la combustión, y a través del peligro de erosión y desertización.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.