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Comunitat

Más de 3.000 valencianos regresan del extranjero por las dificultades laborales

El fracaso en la búsqueda de trabajo y los motivos familiares, principales causas de retorno a la Comunitat

B. LLEDÓ

Jueves, 30 de agosto 2012, 12:12

Se van. Muchos valencianos sin trabajo optan por hacer las maletas y mudarse a miles de kilómetros de distancia para lograr el empleo para el que se han formado. La mayoría son jóvenes. Unos ya tienen el puesto asegurado antes de partir y conocen el idioma del país. Otros van a la aventura. No todos logran su objetivo.

El éxodo de ciudadanos de la Comunitat que se marchan por la crisis económica es un fenómeno que no se detiene. Casi 5.000 el año pasado. Cerca de 2.500 más durante el primer trimestre del año, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El censo electoral de españoles residentes en el extranjero (CERA) refleja que en julio había registrados 68.166 valencianos.

Pero los planes no siempre salen bien. Las estadísticas sobre variaciones residenciales también evidencian que el año pasado regresaron del extranjero 3.261 valencianos a la Comunitat. Aquí se incluyen las personas que han fracasado en la búsqueda de trabajo, a las que se les ha acabado el contrato así como a los que emigraron hace décadas y ahora retornan para vivir su jubilación en su tierra natal.

Los principales destinos del éxodo laboral son países de la Unión Europea. Reino Unido es uno de los preferidos. Elena se marchó a Manchester hace justo un año. Se fue a mejorar su inglés y a la vez en busca de un empleo que le permitiera sobrevivir. Mientras hacía un curso para perfeccionar el idioma estaba empleada en trabajos temporales. Pero a finales del año los puestos precarios comenzaron a escasear. «La vida es más cara que aquí. Para tener un trabajo que apenas te da para vivir prefiero estar en casa». Regresó en abril.

El año pasado retornaron de Reino Unido 254 valencianos. Otros 368 de Francia. El grueso de quienes vuelven proceden de la Unión Europea y de América, sobre todo de Argentina, Venezuela, Cuba y Ecuador.

Estados Unidos es otro de los países desde donde más emprenden el camino a casa. En torno a 200 el año pasado. Quienes vuelven de allí son, en su mayoría, «investigadores que han terminado su estancia postdoctoral y que desde un principio sabían que el suyo era un viaje de ida y vuelta», explica Juan Manuel Romero Valiente, experto en el fenómeno de las migraciones.

De los 3.261 valencianos que regresaron a la Comunitat en 2011, el 62% están en edad de trabajar. También hay 448 personas mayores de 65 años y 768 menores de edad.

Los países nórdicos suenan cada vez con más fuerza para mudarse. El año pasado retornaron de ellos una treintena de personas. Marcos Amano dirige el centro social Robin Hood en la ciudad noruega de Bergen. «Cada semana vienen españoles que han llegado en busca de un trabajo. Eso antes no era lo normal. Tienen desde 18 años hasta 60. Unos vienen solos y otros con familia», explica.

La casa Robin Hood está situada en pleno centro de la localidad y muchos la conocen porque alguien les ha hablado de ella. «Está abierta desde 2004 y nació para atender a noruegos con bajos ingresos. Ahora la mitad de los usuarios ya son inmigrantes. Les ofrecemos café y frutas», cuenta Amano, que conoce a algunos valencianos que han malvivido en la calle así como casos de personas que han regresado. «El nivel de vida en Noruega es caro y no todos lo tienen en cuenta. El alquiler medio de un piso ronda los 3.000 euros», lamenta.

Amano afirma que muchos españoles llegan allí con un conocimiento muy básico de inglés y que para encontrar un empleo hay que tener, al menos, un nivel fluido del idioma. Quienes además saben noruego pueden acceder a las numerosas ofertas de arquitectos, ingenieros o chófer de autobús.

Romero, profesor titular de Geografía de la Universidad de Huelva, explica que los retornados de la 'nueva hornada' de emigrantes todavía son relativamente pocos. Muy posiblemente, menos de un 10% de los que se han marchado en los últimos años. También es baja la proporción de los emigrantes que se plantean retornar en los próximos años. «Lo que sí se percibe entre los emigrados es el deseo de regresar a España en algún momento».

Este experto considera que en los últimos años se aprecia una vuelta desde Irlanda, donde a principios de la pasada década se marchó mucha gente relacionada con las nuevas tecnologías, tras el rescate económico en el país. Además, ha habido un regreso de médicos y enfermeras desde Portugal «tras un fin de ciclo». Entre las razones de vuelta tienen un importante peso los motivos afectivos y familiares.

Un fenómeno que está adquiriendo una notable relevancia es, según Romero, el de la «reemigración» a terceros países tanto de Europa (Alemania, Suiza o países nórdicos) como del resto del mundo (Estados Unidos, Brasil, Emiratos Árabes, China, Australia o Canadá. En cuanto a las cifras disponibles sobre variaciones residenciales, basadas en altas consulares, matiza que «no todos lo hacen, sobre todo, en la UE» por lo que los datos reales son difíciles de conocer y el número debe ser mucho mayor.

Laura Fernández es diplomada y graduada en Turismo y tiene un máster en dirección de negocios de turismo y ocio. Pese a ello, no encontraba trabajo en la Comunitat. «Ni siquiera empleos de camarera o recepcionista», lamenta esta valenciana de 22 años. Así que no vio otra alternativa que marcharse al extranjero. Hace justo un año que puso rumbo a Escocia pero ya piensa en volver.

Llegó a la isla de Arran el 1 de agosto de 2011 para una estancia de tres meses, aunque ya lleva un año allí. Trabaja de camarera y friegaplatos en un hotel. Seis días a la semana. Entre 8 y 11 horas cada jornada. «Para ganar un dinerillo sin parar estos meses no está mal aunque sólo hago que trabajar y dormir», explica. Esta joven se mudó «con muchas ganas por la situación económica» pero echo de menos Valencia. Ya ha aborrecido la comida - «sólo comen hamburguesas, 'fish and chips' y alimentos rebozados»- y ya le pesa «el humor extraño de aquí». Laura admite que aguantará hasta noviembre y después regresará a la Comunitat. «Luego ya veremos», apostilla.

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