Muere al partirse el cuello en la piscina donde se coló
La víctima, un rumano de 45 años, sufrió el accidente tras irrumpir junto a varios amigos en un recinto privado de Oliva para bañarse
J. A. MARRAHÍ
Viernes, 31 de agosto 2012, 13:14
Un vecino de Pego de origen rumano ha tenido un trágico e inesperado final. El hombre de 45, años identificado como Docuz S., se partió el cuello al lanzarse a la piscina de un recinto privado de Oliva donde irrumpió junto a unos amigos para bañarse, como confirmaron fuentes de la investigación.
Los hechos ocurrieron el pasado 19 de agosto, pero el fallecimiento no había trascendido hasta la fecha. El local al aire libre, situado en la carretera que une Oliva y Forna, alberga todo tipo de celebraciones y eventos. Cuenta con una gran superficie y una piscina donde los asistentes pueden darse un baño.
Según explicó el dueño de la parcela, un grupo de rumanos «de entre 30 y 40 años invadieron la propiedad para pasar allí el día». La zona está vallada, «pero estas personas treparon con facilidad» para acceder al interior. «Llevaban sus neveras y sus bocadillos. Al parecer su plan era disfrutar del día y bañarse», expuso el hombre.
Sin embargo, los intrusos fueron descubiertos. Ya por la tarde, uno de los empleados llegó al recinto con intención de realizar algunos trabajos y sorprendió al grupo de rumanos en pleno disfrute de las instalaciones. «Les dijo que allí no podían estar y ellos aseguraron que ya se iban», relató el propietario del negocio.
Fue en ese momento cuando se dieron cuenta de algo mucho más preocupante: uno de ellos yacía, aparentemente sin vida, en el interior de la piscina. A partir de ese momento comenzó una investigación en la que intervino la Guardia Civil de Oliva y el juzgado de guardia de Gandia.
La autopsia desveló una lesión mortal a la altura del cuello, un shock traumático por sección medular. Todo apunta a que el inmigrante de Pego se partió el cuello accidentalmente al lanzarse al agua y golpearse con el borde, el fondo o algún elemento del mobiliario de la piscina.
Varios amigos y familiares de Docuz reunieron dinero para trasladar sus restos mortales a su país de origen. Para ello contaron con el apoyo de La funeraria La Esperanza, con sede en Mislata, que realiza servicios a bajo coste a personas realmente necesitadas. El cadáver del fallecido ya ha sido repatriado. La intención de la familia es que descanse para siempre en el cementerio de Galati.
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