Las 22 propuestas de Fabra

Alberto Fabra compareció ayer ante Les Corts con el guión cambiado de su intervención en el debate de política general. La víspera, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, había proclamado que el debate sobre la reforma de la financiación autonómica que había anunciado tres días antes la vicepresidenta Sáenz de Santamaría tendría que esperar. Y el asunto, que iba a abordarse en la conferencia de presidentes de la próxima semana y que la presión de Cataluña había vuelto a poner en un lugar central del debate político, dejó de ocupar un puesto de privilegio en el discurso.

El jefe del Consell lo hizo evidente en su primera intervención. Durante los 78 minutos que duró -y en la que alternó valenciano y castellano- la mención más clara a solicitar una reforma del sistema de financiación apareció en el folio 77 de los 80 del discurso: «seguiré reclamando la financiación autonómica y las inversiones del Estado que nos corresponden». Pero «sabemos que no es momento de pedir más», añadió.

En otro momento, eso sí, había planteado un gran acuerdo a la oposición para defender una financiación «que prime a las personas y los servicios que se prestan antes que a los territorios». «No habrá tregua» en la defensa de otra financiación, añadió. Referencias todavía demasiado inconcretas para el que, hasta el lunes, se perfilaba como el asunto estrella del debate a la sombra de las reivindicaciones impulsadas por Cataluña. «Ya habrá momento y lo buscaremos para hablar de financiación», admitió tras confirmar que la conferencia de presidentes de la próxima semana no abordará este asunto -Sáenz de Santamaría también lo señaló- y proclamar que permitirá reflexionar sobre el papel de las autonomías en la salida de la crisis. Desde el PP se remarcó, no obstante, que la postura del PSPV sobre este debate contrasta con la falta de contundencia exhibida al respecto durante el mandato de Zapatero.

Sin más espacio para la reivindicación -el debate sobre los trasvases se limitó a una rápida referencia a exigir el agua que necesita la Comunitat en el marco del Plan Nacional y las referencias a las señas de identidad con una oferta de pacto «para no dañar la marca Comunitat Valenciana»-, el protagonismo se lo llevaron algunos de los anuncios que el propio Fabra ya había deslizado en las semanas previas al debate, en la senda de la necesaria austeridad. Entre ellos, el de reducir el número de diputados de Les Corts, de los 99 actuales hasta los 79. Un recorte del 20% que, en todo caso, no se pondría en marcha hasta la próxima legislatura, que requeriría además de la reforma del Estatuto de Autonomía -y por tanto del acuerdo del PSPV, que ayer mismo volvió a desmarcarse de la propuesta- y que, con la barrera electoral del 5%, dificultaría aún más el acceso a la Cámara de los partidos minoritarios. De hecho, en el caso de aceptarse la propuesta, y con los resultados de 2011, el PPCV pasaría a disponer de 44 escaños (ahora 55), el PSPV 26 (en la actualidad 33), Compromís 5 (ahora 6) y EU 4 (que tiene 5).

Al recorte del número de escaños se suma el que afectará a los organismos estatutarios. Fabra explicó ayer que la Acadèmia Valenciana de la Llengua, el Consejo Valenciano de Cultura, el Consejo Jurídico Consultivo, el Comité Económico y Social y las dos sindicaturas, de Comptes y de Greuges, verán reducidos un 20% sus gastos de funcionamiento y se reubicarán en edificios públicos. Y con la excepción de los dos últimos, también verán reducidos un 50% el número de sus miembros. Para este acuerdo, según las fuentes consultadas, no sería necesaria una reforma estatutaria. «Ajustar significar aliarnos con las reformas que nos demanda la sociedad», explicó el presidente para justificar sus medidas.

Con el expresidente Francisco Camps sentado en su escaño, Fabra anunció ajustes pero evitó los reproches a sus predecesores en el cargo. Hasta el punto de que al final de su intervención reivindicó «las grandes inversiones del pasado» que «ya están hechas» como herramienta para «caminar hacia el futuro».

En el capítulo del empleo, el presidente de la Generalitat anunció un «frente común» entre Generalitat, Diputaciones y Ayuntamientos con 99 millones de euros, en los próximos 3 años, «que permitirá incentivar la contratación de más de 15.000 desempleados». Un anuncio que va en la misma línea del acuerdo alcanzado en la Diputación de Valencia diera luz verde a una iniciativa del PSPV (el PP se abstuvo), y que los populares habían rechazado sólo unos días antes en Les Corts, para crear empleo. Además, Fabra anunció un cambio sustancial de funciones del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) que se convertira en banco de emprendedores y que dispondrá de 100 millones «para crear o mantener más de 10.000 empleos».

Deducciones

Fabra anunció también nuevas deducciones en el IRPF: la primera, dirigida a las familias numerosas, con un incremento del 30% de las actuales deducciones autonómicas y de un 50% para la categoría especial. Y la segunda, con una nueva deducción por adquisición de material escolar para rentas bajas y medias y con uno de sus miembros en paro.

Ante un grupo popular que siguió con interés pero sin excesivo apasionamiento la intervención de su presidente -los aplausos sólo interrumpieron a Fabra en el último tercio de su discurso-, anunció también una nueva línea de préstamos para universitarios, y cuyas ayudas sólo empezarán a devolver cuando inicien su actividad laboral.

Comprometido con el plan de reequilibrio y el cumplimiento del 1,5% de déficit -«ninguna comunidad ha hecho un ajuste tan duro como nosotros», dijo-, Fabra evitó desgranar, tal y como algunos esperaban, el nuevo modelo de gestión sanitaria que abre la puerta a la externalización de determinadas áreas de gestión. El presidente se limitó a señalar que lo aprobará el Gobierno valenciano en su próxima reunión. Eso sí, Fabra aseguró que en diez años la nueva gestión permitirá ahorrar 1.700 millones «y acercarnos en 2013 al déficit cero en las cuentas sanitarias».

En las infraestructuras, el presidente anunció la llegada del AVE «muy pronto a Alicante y en 2015 a Castellón» y que continuará defendiendo la inclusión del Corredor Mediterráneo «en las redes transeuropeas de transporte».