Un remolcador consigue reflotar uno de los buques varados en El Saler desde hace un mes

«El barco saldrá seguro». El capitán marítimo de Valencia, Felipe Cano, fue ayer totalmente premonitorio cuando dijo estas palabras sobre el rescate del 'Celia' unas horas antes de que uno de los buques embarrancados en la playa de El Saler desde el pasado 28 de septiembre consiguiera salir a flote a mar abierto.

El remolcador 'Punta Mayor' concluyó con éxito la maniobra quince minutos antes de la medianoche, entre la alegría de la tripulación. «Tenemos ocho metros hasta el fondo», dijo a LAS PROVINCIAS, con lo que se garantizaba la estabilidad del barco y su salvamento. El 'Celia' tiene un calado de cinco metros. La previsión es que quedara amarrado de madrugada en uno de los muelles del puerto.

La previsión de Capitanía Marítima era iniciar hoy la maniobra de rescate, aunque la empresa encargada del salvamento decidió adelantar un día el enganche del remolcador, a la vista de las buenas condiciones meteorológicas y la completa excavación del canal.

En los últimos días, las dragas se habían encargado de construir una zanja submarina para facilitar la salida del buque, un mercante de 118 metros de eslora cargado de contenedores vacíos. Dos de estas unidades fueron utilizadas ayer colgados de una grúa para ayudar con su balanceo a mover el barco y permitir la exitosa salida hacia el mar.

Algo similar ocurrió a primera hora de la noche, cuando el personal del 'Celia' se dedicó a lastrar y deslastrar para impulsar unos centímetros el fondo del casco hacia la salida. «Ahora, a por el otro», dijo el capitán marítimo en referencia al 'BSLE Sunrise' que sigue embarrancado a 70 metros de la orilla.

«Tenemos la moral alta y paciencia a fuerza de temporales», indicó Cano a este periódico. Las operaciones seguirán hasta el sábado por la noche, cuando la previsión meteorológica es que cambie el tiempo y empeore con una altura de olas negativa para el remolcado. Por eso, las dragas trabajan sin descanso en los aledaños del 'BSLE Sunrise', donde el rescate se prevé más complicado debido a la dureza del material del fondo y la presencia de gravas en el lecho.

En caso de que se cumpla el pronóstico de tiempo revuelto, hasta la próxima semana no comenzarán las maniobras con remolcadores en este buque, cargado con 790 toneladas de tuberías. Cano no descarto su descarga para aligerar peso, una idea que se madura desde hace varios días. Aún así, ahora se concentrarán todos los esfuerzos en un único buque, por lo que la empresa holandesa contratada para el salvamento concentrará todos sus esfuerzos en el otro mercante. El capitán marítimo indicó la posibilidad de que este fin de semana se intente enganchar el buque a un remolcador y probar a tirar.

A primera hora de la tarde, la playa empezó a acoger a decenas de curiosos. El anuncio de que se iba a reflotar uno de los buques corría como la pólvora desde última hora de la mañana y muchos se acercaron a fotografiar la maniobra.

Comentarios había para todos los gustos, como los más pesimistas que se decantaban por el desguace de los buques como la única solución. «Yo soy de Pinedo y allí hemos visto varios casos de este tipo». Antonio Chisvert se acercó andando desde la pedanía cercana y predijo además que el próximo verano «habría que delimitar los dos canales para que nadie vaya nadando por allí; serán sitios peligrosos».

Más cautos se mostraron una pareja llegada desde Sollana. «Hemos visto la noticia de que hoy podían sacar uno y queríamos presenciarlo». Junto a otras personas comentaban los movimientos del remolcador. «Parece que lo está bandeando para poder sacarlo». Había espectadores con prismáticos, cámaras fotográficas dotadas de objetivos de gran alcance. También los que se acercaron a El Saler aprovechando el paseo del perro o una excursión en bicicleta.