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L. N. C.
Miércoles, 31 de octubre 2012, 01:30
La asociación vecinal Castelló Sense Soroll no está dispuesta a ceder en la lucha que desde hace ya muchos años le enfrenta con los locales de la céntrica zona de ocio conocida como las tascas y también con el ayuntamiento, al que acusan de desoír sus continuas denuncias por exceso de ruido. De hecho, ayer mismo el colectivo daba a conocer un informe en el que se alertaba del «elevado» grado de contaminación acústica y en el que se tildaban de «insuficientes» las medidas correctoras adoptadas por el consistorio para poner freno a esta situación, como la instalación de toldos fonoabsorbentes y veladores.
En concreto, el documento de Castelló Sense Soroll, elaborado a partir de las mediciones desarrolladas en las calles Isaac Peral y Barracas entre el 16 de septiembre y el 13 de octubre, incide en que el origen del problema es que se sigue permitiendo el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, y en que se hace con un grado de ocupación muy superior al autorizado en el decreto del 3 de julio de 2012, por el que el ayuntamiento daba permiso a los locales para instalar tres veladores en la calle de 6,4 metros cuadrados.
Todo ello provoca, argumentan desde la asociación, que se siga incumpliendo «gravemente» la Ley 7/2002 de Protección Contra la Contaminación Acústica en todo el tiempo de funcionamiento de la actividad, con valores de hasta 35 decibelios por encima de los máximos permitidos. «En casi la totalidad del tiempo de actividad, los valores superan en más de 15 decibelios los límites establecidos por dicha normativa, que en zonas residenciales se sitúan en 55 decibelios hasta las 22.00 horas y en 45 a partir de esa hora». Una circunstancia que, advierten, «está tipificada como falta muy grave», correspondiendo sanciones de entre 6.000 y 60.000 euros y la posibilidad de llevar a cabo el cierre cautelar de los locales.
Además, el informe hecho público por la entidad vecinal apunta a la jornada del jueves como la más conflictiva de la semana y, a las nueve de la noche como la hora más ruidosa. Unas conclusiones que aseguran haber puesto en conocimiento del equipo de gobierno popular sin que éste haya hecho nada al respecto.
Exigen compromisos
De hecho, según indican desde el colectivo, las mediciones se han llevado a cabo «a la vista de que la situación se mantenía en niveles muy superiores a lo que las normativas municipales y autonómicas contemplan» y «con el agravante de que el Ayuntamiento de Castellón se negaba a realizar un seguimiento de dichos niveles como se estableció cuando en 2010 se declaró la zona de las tascas como Acústicamente Saturada (ZAS).
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