Borrar
Urgente El Consell releva al número tres de Emergencias seis meses después de la dana
Emboscada a unos bandoleros en la Cueva del Gato (Manuel Barrón y Carrillo) 1869. :: LP
El bandolerismo más sangriento
La Safor

El bandolerismo más sangriento

El autor de Oliva reflexiona en el libro 'Quan els trabucs refilaven' sobre este fenómeno del siglo XIX en tierras valencianas Arcos constata la violencia de los bandidos durante el reinado de Fernando VII

ZOA SANZ

Jueves, 22 de noviembre 2012, 01:12

La noche del 31 de agosto de 1845 el abogado Josep Rausell, padre del que fuera alcalde de Gandia, fue secuestrado por una decena de bandoleros mientas descansaba con su familia en una alquería de Guardamar. Los bandidos se lo llevaron a una cueva. Lo asesinaron porque su esposa no les entregó los «veinte mil duros» que pidieron por su rescate, ya que sólo pudo reunir dos mil.

Este dramático episodio en la historia del bandolerismo valenciano no es aislado. Hubo numerosos robos, atracos y homicidios. El historiador y periodista olivense Manel Arcos, ha publicado recientemente el libro 'Quan els trabucs refilaven', de la editorial Tivoli. En sus páginas reflexiona sobre este fenómeno social a lo largo de todo el siglo XIX.

El estudio lo enmarca en nueve comarcas valencianas: Ribera Alta, Ribera Baixa, la Safor, Vall d'Albaida, la Costera, El Comptat, L'Alcoià, la Marina Alta y la Marina Baixa.

«El bandolerismo evoluciona conforme se transforma la sociedad», asegura Arcos. El experto indicó que en la primera edad dorada, que coincidió con el reinado de Fernando VII (1814-1833), los bandidos fueron «extremadamente» sangrientos. Onofre Navarro, de la Font de la Figuera, es un ejemplo.

Hubo mucha mano dura por parte de las autoridades y la justicia. Durante esta época, según Arcos, se produjeron casi 400 ejecuciones en plazas públicas valencianas. Uno de las víctimas fue el apodado como 'Marcel-la', que falleció en Oliva.

Durante el Sexenio Revolucionario (1868-1874), los también conocidos como 'roders' se centran más en los secuestros con afán recaudatorio. Este es el caso del Tio Joan de la Marina; Josep de la Torre, de Pedreguer; o los hermanos Seguí, de Gaianes.

Al final del periodo algunos contrabandistas llegan a ser sicarios y pistoleros que actúan al servicio del cacique local. Muy representativos son Mixana, de Castells o Micalet Mas, de la Llosa de Ranes. El historiador subrayó que estos dos personajes, después de llevar una vida al margen de la ley, llegaron a ser alcaldes, el primero de su municipio, y el segundo, de Roglà i Corberà.

Arcos insistió en que a través del libro el lector se dará cuenta de que este colectivo en las tierras valencianas será tan virulento o más como el bandolerismo andaluz de la Sierra Morena o Ronda. La publicación dedica un capítulo a los bandoleros de Oliva durante el primer tercio del siglo XIX. Los más conocidos fueron 'Marcel.la' y el 'Peixeruc', cuyo apodo todavía existe en el munipio. Casi todos se concentraban en la zona de Sant Roc.

Villalonga y Xeresa

El historiador tampoco se olvida de Villalonga. La tilda como «la cuna del bandolerismo valenciano», ya que era donde más 'roders' había de toda la Comunitat. Había unos 25 documentados y muchos de ellos eran jefes de cuadrilla.

El experto repasa el bandolerismo de Xeresa, donde destacó Josep Poler i Cangròs, que actuaba en compañía del célebre Camot; y explica que Simó, de la Font d'en Carròs, fue el último bandolero de la Safor. El autor Manel Arcos presenta hoy el libro en la Casa de Cultura de Piles a las 20 horas; y mañana en el Auditorio de Real de Gandia, también a las 20 horas.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias El bandolerismo más sangriento