UGT denuncia que las listas de espera en el hospital de Gandia crecen en un año un 25%
El año 2013 comienza con falta de personal y de camas, colapsos en Urgencias y sin la anestesia epidural continuada
BEA RODRIGO
Viernes, 4 de enero 2013, 01:09
Una operación de cadera o de cataratas en el hospital Francesc de Borja de Gandia puede tardar entre cuatro y nueve meses. Las listas de espera para tratar estas especialidades han aumentado más de un 25% en un año, según los sindicatos, al no derivarse ya a otros hospitales valencianos.
Hace un año, estas operaciones se trataban en los centros de Alzira, de Aguas Vivas o en el Hospital del Mar de Valencia. A principios de 2012 dejaron de derivarse estos casos y comenzaron a tratarse en Gandia.
Pero la falta de personal y de quirófanos en el Francesc de Borja ha hecho aumentar la lista de espera para tratar estas especialidades, según señaló el representante de UGT del área de Sanidad de Gandia, Antonio Agustí, quien calculó que las listas han aumentado como mínimo un 25%, aunque matizó que no tiene cifras exactas, ya que la Conselleria no las proporciona a los sindicatos.
El problema de las listas de espera también se da en los centros de salud de Gandia, donde al pedir cita con su médico de cabecera, los pacientes tienen que esperar entre 12 y 15 días para ser tratados. «Si, por ejemplo, tienes dolor de garganta y por no esperar dos semanas en ser tratado, vas a Urgencias, es lógico que se colapse», señaló el representante sindical.
En este sentido, Agustí también reivindicó la falta de «cultura sanitaria» de los pacientes dada por la situación actual de falta de facultativos y de recursos, que les lleva a acudir a Urgencias. Sin embargo, este servicio, como cada año, se colapsa porque también «falta personal y espacio físico».
Con todo, el año 2013 comienza con graves carencias en el ámbito sanitario en Gandia y la comarca. Así, los sindicatos destacan la falta de personal, pero sobre todo la incertidumbre con la que cada día trabajan los profesionales del Francesc de Borja y de los centros de salud.
«Existe un desasosiego generalizado del personal porque no sabe qué va a pasar con ellos: no se renuevan los contratos y los interinos, que son entre el 30 y el 40% del personal, tienen miedo de que se les cese», explicó Agustí.
Este estado de incertidumbre se alimenta porque los facultativos «no saben nada» sobre el nuevo hospital comarcal, sobre si será de gestión privada o cuáles son los planes del nuevo conseller de Sanitat para la Safor.
Otra de las grandes deficiencias del hospital es la falta de camas. Tal como señalaron desde UGT, en la actualidad el Francesc de Borja cuenta con 240 camas, las mismas que hace 10 años. En un principio, el nuevo hospital contará con 340.
«El número de camas es insuficiente porque no sólo ha aumentado la población, sino que también la población es mayor en edad y con ello aumenta el número de personas que ingresan en el hospital», añaden desde UGT.
El Francesc de Borja sigue sin epidural continuada y con colapsos en Urgencias. Tampoco hay suficientes quirófanos y, en general, el hospital «está obsoleto». «Si con el nuevo sistema que quiere imponer el Gobierno español, vamos a pagar por utilizar ambulancias y por ciertas prótesis, estaremos pagando el doble por un servicio; ni los pacientes ni los profesionales tenemos la culpa de la mala planificación sanitaria», concluyó Agustí.
En agosto de 2012, UGT ya denunció que los enfermos de la Safor que esperan una intervención en especialidades como cirugía maxilofacial o pulmonar u oftalmología esperan entre uno y dos años. Ello, según el sindicato, se debe a la eliminación del presupuesto que destinaba la Conselleria anualmente para que disminuyeran las listas de espera al enviar a pacientes al Hospital de La Ribera.
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