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AITOR TEZANOS
Domingo, 13 de enero 2013, 11:31
La ley antitabaco, que se aprobó hace ahora dos años por el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero y que imposibilita fumar en los bares y otros lugares públicos desde entonces, ha traído consigo, además de una mejor calidad del aire en dichos espacios, una importante merma en la cantidad de cajetillas de cigarrillos que se vende en la provincia, cifrada en unos cuatro millones de paquetes menos al año.
Así lo reflejan los datos que elabora mensualmente el Comisionado del Mercado de Tabacos, entidad dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, puesto que en noviembre de este año- últimos datos contabilizados- los estancos de Castellón habían expendido un total de 32.600.627 cajetillas de tabaco, una cifra que en el ejercicio anterior, en el mismo mes, alcanzaba los 36.640.54.
Claro que la diferencia es todavía más significativa si se compara con años anteriores. Así, en 2009 se consumieron más de 53 millones de paquetes de cigarrillos en la provincia, aunque justo ese año ya se produjo un apreciable descenso en las ventas.
El sector, hasta ese año, había mantenido una tendencia alcista en Castellón desde 2002 -primer año en el que el Comisionado del Mercado de Tabacos empezó a computar las ventas por provincias-, ya que estas se mantuvieron durante todo ese tiempo entre las 60 y 61 millones de cajetillas vendidas, con ligeras variaciones.
Se confirma, de este modo, la tendencia deseada tanto por los especialistas médicos como por los miembros del Ejecutivo que aprobó la ley antitabaco, ya que mediante dicha normativa se esperaba disminuir el número de personas que son adictas a la nicotina.
A ello también contribuyen, según explican los facultativos dedicados a la lucha contra el tabaco, las numerosos campañas de prevención llevadas a cabo desde la administración, advirtiendo sobre los peligros que implica fumar
Caída menor de beneficios
Claro que el desplome de ventas no ha significado una caída de los ingresos tan acusada, sobre todo debido a la continua subida de los precios de las cajetillas.
De este modo, hasta noviembre de este año en la provincia se habían recaudado 130 millones de euros en este concepto, por los 148 que se recogieron en 2011, por lo que es previsible que contabilizadas las ventas de diciembre, los beneficios se igualen.
La última subida la ha protagonizado Philip Morris, la tabacalera que elabora Marlboro y Chesterfield, entre otras marcas, que subió el precio de la cajetilla en 15 céntimos. Días antes Altadis decidió aumentar en 20 céntimos el precio de las marcas Nobel y Fortuna.
Estas son las últimas de una serie de subidas que ha disparado el precio del tabaco. Por tanto, pese a que el consumo de cigarrillos en Castellón ha disminuido, los beneficios son parecidos.
En cuanto a las marcas más demandadas, y pese a ser una de las más caras, Marlboro es la preferida de los fumadores, puesto que durante el año pasado se expendieron un total de 325 millones de cajetillas de esta etiqueta a nivel nacional. Le sigue, con 296 millones, Winston, mientras que Fortuna y Camel, las dos siguientes en esta clasificación, venden poco más de 200 millones.
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