Una ciclista muere arrollada en un paso de peatones por un conductor ebrio

Una joven de 20 años, Rebeca Borrás, murió ayer al ser arrollada en Valencia por un conductor que cuadruplicó la tasa máxima de alcohol permitida. El accidente tuvo lugar sobre las 18.45 horas cuando la víctima circulaba con una bicicleta por un paso de peatones en la calle San Vicente Mártir a la altura de la estación del AVE.

El teléfono de emergencias 112 recibió el aviso del atropello a las 18.46 horas. Varias patrullas de la Policía Local de Valencia y un equipo médico del SAMU acudieron con urgencia al lugar, pero no pudieron hacer nada para salvar la vida de la víctima. Los sanitarios intentaron reanimar a la joven durante media hora y la trasladaron a La Fe, pero Rebeca B. ya estaba muerta cuando la ambulancia llegó al hospital.

La bicicleta quedó totalmente destrozada, y una bota de la víctima apareció a 20 metros de distancia del punto del impacto. Tras el atropello, el conductor del Seat Ibiza, Diovani Alexis C. T., de 27 años, perdió el control de su vehículo y se estrelló contra tres coches y una señal de información turística. En el Seat Ibiza también viajaba un menor en el asiento del copiloto. Diovani Alexis C., de nacionalidad colombiana, dio positivo en las dos pruebas de alcoholemia que le realizaron los agentes de la Policía Local con un etilómetro digital y otro evidencial. El resultado de uno de los tests, 1,17 de alcohol por litro de aire espirado, casi quintuplica la tasa máxima permitida y roza el coma etílico en algunas personas.

Los policías locales intervinieron tres papelinas de cocaína al joven colombiano, que tenía las pupilas dilatadas. Los agentes trasladaron al conductor a un hospital para que le extrajeran una muestra de sangre con el fin de determinar si había consumido también esta droga. Según varios testigos, el Seat Ibiza circulaba a una velocidad muy alta y presuntamente se saltó el semáforo en rojo. Así, Rebeca cruzó de forma correcta con su bicicleta el paso de peatones de la calle San Vicente.

Tras leerle sus derechos e informarle de los delitos que le atribuían, un homicidio por impudencia y un delito contra la seguridad vial, los policías detuvieron al conductor y lo pusieron a disposición judicial. Un equipo de atestados de la Policía Local inspeccionó de forma minuciosa el punto del impacto y el Seat Ibiza, que quedó destrozado a unos 200 metros del paso de peatones. La víctima trabajaba de cocinera en un casino para costearse sus estudios universitarios. El accidente mortal causó anoche una gran conmoción en Xàtiva, donde residen los padres de la joven.