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M. HORTELANO
Domingo, 27 de enero 2013, 04:14
La exconsellera de Turismo Milagrosa Martínez se enfrentará en breve a un proceso judicial en el que la Fiscalía Anticorrupción pide para ella once años de cárcel por un delito continuado de prevaricación y cohecho por las adjudicaciones del stand de Fitur a a la empresa Orange Market entre 2005 y 2009. A pesar de eso, la diputada no evitó convertir su declaración ante el magistrado que instruye esta causa de la trama Gürtel, José Ceres, en un anecdotario, más allá de los hechos delictivos sobre los que las partes la interrogaban.
La también expresidenta de Les Corts repitió en un centenar de ocasiones que desconocía cualquier tipo de amaño en los contratos con Orange Market porque para realizar pliegos, revisarlos y adjudicar concursos ya estaban los técnicos, secretaria general y subsecretaria de su conselleria. «Yo he confiado siempre en ellos y si yo sé algo de Turismo se lo debo a ellos», reconoció en su declaración ante el juez, el pasado mese de mayo. «Los consellers somos como los faraones. Mueren y todo su equipo se va detrás», dijo para justificar que ella mantuviera al equipo del anterior titular, a pesar de que al ser personal de confianza, cesan con el conseller de turno. Pero ella los mantuvo porque «viniendo de una población de 27.000 habitantes (Novelda) pasar a llevar toda la Comunitat me cayó como si me hubiera caído un bloque de mármol de mi ciudad». De hecho, se remonta a la jornada en que tomó posesión de su cargo, como el día en que pensó que «todos los que había allí» querían «acabar» con ella «porque no había aire acondicionado». «Yo soy de sudar, y entonces no sabía por dónde soplar», llegó a detallar ante el juez Ceres. Suerte que aquel día «había allí un señor de pelo un poco largo, abanicándose» que despertó su atención, ya que le prestó su arma contra el calor.
Así fue como Martínez asegura que conoció a quien después mantuvo en el cargo de jefe de gabinete, que ya ocupaba con el anterior equipo, el también imputado Rafael Betoret. Con él reconoce una estrecha relación y numerosas reuniones, pero en su declaración ante el juez ignora el grado de influencia de Betoret sobre las contrataciones con Orange Market. «Él poderes no tenía, ahora, yo no sé si lo hacía» dijo. Preguntada por si su jefe de gabinete validaba contratos por instrucciones suyas o porque estaba dentro de sus competencias, Martínez asegura que ella nunca le dio ninguna orden, a pesar de que hay documentos firmados por Betoret. Algo que la propia exconsellera llega a cuestionar que haya sucedido. «A mí Fitur me vino dado, señoría. Yo nunca he intervenido en los procesos de contratación» defendió antes las partes.
Durante otro momento del cuestionario, Martínez escucha una grabación en la que el responsable de Orange Market, Álvaro Pérez, le dice al contable de la empresa, Cándido Herrero, que tiene que «comprar un reloj a la consejera» (en referencia a la sucesora de Martínez, Angélica Such) porque si también se lo había comprado a la de antes, «a la hija de puta de 'La Perla'», debía hacerlo ahora con «la nueva». Es entonces cuando el abogado de la acusación popular pregunta a Martínez si se identifica con el apodo 'La Perla' con el que se refieren ella en la conversación. «Mire yo me reconozco como María Milagrosa Martínez Navarro», El letrado insiste en si los demás la llaman 'perla'. «Me llaman María Milagrosa o como es muy largo, los amigos me llaman Mila, no 'La Perla». Es entonces cuando el abogado le pregunta por el origen de la expresión y si, al menos ella, la usa con el resto de gente. La explicación de la expresidenta resulta algo peregrina para las partes, a juzgar por la insitencia. «En mi ciudad se suele decir mucho Hola perla, adiós tesoro, pero yo no lo utilizo».
Durante el interrogatorio, tanto el juez como las partes también se interesan por la relación de Martínez con el responsable de Orange Market, Álvaro Pérez, 'El Bigotes', también imputado en Gürtel. La exconsellera reconoce haberse reunido con él en una única ocasión, aunque rechaza que pueda utilizar el verbo «conocerse» para explicar su relación. Una de las partes le pregunta entonces por su afiliación al PP y sus asistencia a los congresos regionales que también organizaba la empresa de Pérez, y a los que él mismo también asistía. «Yo en esa época era alcaldesa y al no ostentar un cargo de representación, si había un evento, seguramente estaría en el último círculo de la plaza de toros de Valencia, aguantando una pancarta», asegura Martínez para justficar su falta de relación con 'El Bigotes'. De hecho, la también diputada, preguntada por un reloj de lujo y un pañuelo de una conocida firma, cuestiona la veracidad de las pruebas y escuchas. «Menos mal que no han dicho que me han regalado un avión o un barco», ironizó Martínez.
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