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Pie deFachada del órgano de San Agustín, sobre la puerta que da a Guillem de Castro. /F. D.
PAISAJE Y PAISANAJE

El órgano de la iglesia de San Agustín

La parroquia valenciana inicia una campaña para financiar la segunda fase de un conjunto musical único

VICENTE LLADRÓ

Sábado, 2 de febrero 2013, 04:22

Juan Montesinos, el organista de la iglesia de San Agustín, en Valencia, define el magnífico órgano del templo como «de estilo alemán», y explica que, según el tipo de sonoridad y la estructura del complejo instrumento; de la disposición, incluso, del teclado y de los tubos, se habla entre los especialistas de órganos hispanos, italianos, franceses, alemanes... Los de estilo alemán, como el de San Agustín, se entiende que siguen las pautas de las regiones del norte de Alemania y su predominio musical en la época del Barroco, con Bach, Pachebel, Buxtehude...

Un estilo, en fin, cuyo resultado es, como concluye el organista, «de una sonoridad rotunda, contundente, sin florituras, y tampoco tiene trompetería horizontal exterior, como en el caso de los hispanos». Es la bella sobriedad apropiada para un gran templo gótico como este.

Sin embargo, el órgano de San Agustín es actual, porque el anterior quedó destruido, como la mayor parte de la iglesia, al ser incendiada ésta al principio de la Guerra Civil. El instrumento que podemos admirar y escuchar ahora se hizo en 2002 y se inauguró en 2003, después de tener que reforzarse la estructura de la obra que soporta su peso.

Fue el párroco de entonces, Jesús Sánchez Lacruz, quien tuvo la iniciativa de adquirir un órgano, cuyo coste se financió por suscripción popular. Y se hizo el encargo a los hermanos Frédéric y Yann Desmottes, dos artistas franceses que tienen su taller de organería en la población conquense de Landete, donde realizan encargos de construcción y reparación de órganos que reciben de toda España y de otros países. Ahora, por ejemplo, acaban de entregar uno nuevo en Lyon y están realizando otros dos, uno para otra población francesa y el segundo para Brasil.

Según ha explicado Frédéric Desmottes, hacer un órgano nuevo representa unas 16.000 horas de trabajo, lo que supone la parte principal del coste total, más que los materiales en sí, que básicamente son: madera (mueble y teclados), metales (tubos) y piel de cordero (para cerrar las juntas y que no escape el aire). Su coste depende de cada tipo, pero puede rondar fácilmente los 400.000 o 500.000 euros.

En el de San Agustín se hizo la primera fase, con toda la estructura general y gran parte de los registros (28 juegos en la actualidad), pero se puede completar con una segunda fase que ahora quiere poner en marcha el párroco actual, Vicente Ferrer. Se le dotará de unos 10 o 15 registros más, lo que aumentará su capacidad de matices. Juan Montesinos cree que esto puede costar alrededor de unos 50.000 euros. Para poder recogerlos se va a crear una Asociación de Amigos de San Agustín, cuyos miembros aportarán pequeñas cuotas periódicas y tendrán derecho preferente a visitar el órgano y asistir a sus conciertos, como los de los ciclos de mayo y Adviento (diciembre), los domingos a las 12 y la 1 de mediodía, o los de alumnos de Juan Montesinos en la Universidad Católica.

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