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BERNAT SIRVENT
Domingo, 3 de febrero 2013, 03:35
Lo que es bueno para el sector primario y para los almacenistas, no lo es para la industria del dulce español ni para la del turrón de Jijona y Alicante, el principal consumidor nacional. Las compras masivas de pepita de almendra repelada de California por parte de gigantes asiáticos emergentes como Rusia, China e India, que han descubierto en el fruto seco un complemento nutricional perfecto para su dieta diaria por su alto poder calórico, no hacen sino incrementar el precio, ya que es el gran productor mundial americano el que fija en esencia los precios.
La moda de la almendra entre chinos, indios y rusos, que también la usan para su repostería industrial y artesanal, está provocando varios efectos en cadena y con gran celeridad. El productor y el almacenista español no sirven ni un solo kilogramo del fruto seco, en palabras muy ilustrativas del presidente del Consejo Regulador del Turrón y de la Cámara de Comercio, José Enrique Garrigós.
¿Por qué?. Pues sencillamente por la dinámica especulativa propia de un mercado pendiente del día a día del país del suroeste americano. Como quiera que crece sin cesar la demanda de pepitas californianas en Asia, las que hay en 'stock' en el mercado español de la última campaña o incluso de anteriores (la almendra registra mermas de peso con el paso del tiempo, pero no pierde sus cualidades organolépticas básicas), permanecen literalmente bloqueadas a la espera de que la cotización siga al alza.
Agricultores y cooperativas
En esta práctica se implican todos los elementos de la cadena primaria: desde el agricultor de pequeñas parcelas hasta los grandes cultivadores de Castellón, Murcia, Tarragona y Alicante, pasando por las cooperativas de primer y segundo grado y acabando en los almacenistas, exportadores e importadores de grano, varias de cuyas compañías líderes se hallan en la provincia de Alicante (Almendras Llopis, Sirvent Almendras, Zaragoza Almendras, Colefruse, Antiu Xixona o El Mañán, vinculadas a las patronales Aeofruse y Almendrave).
A día de hoy, según la información oficial que ofrece Garrigós a este diario, el kilogramo de la variedad comuna (la más usada en el sector del dulce español por su buena relación calidad/precio) cotiza a 6,50 euros de pepita repelada, frente a 4,5 euros el kilo de hace apenas un mes y medio, en vísperas de las fiestas navideñas.
El representante del sector turronero no oculta su preocupación ante la próxima apertura de la campaña de producción destinada a la exportación de turrones, precisamente a Estados Unidos, Miami, Argentina, Uruguay y los más clásicos países compradores del continente europeo.
«Tememos que el kilo de pepitas pueda llegar a los 8 euros en julio, que se duplique, en plena campaña de producción para el exterior y en los inicios de la temporada navideña nacional», explica Garrigós.
La consecuencia, en su opinión, no será otra que el alza de los precios del turrón de Jijona y Alicante (de textura blanda y dura, con indicación geográfica protegida, el más consumido en España). Un alza del precio final que pague el consumidor que podría ser nunca inferior al 20% la próxima Navidad, de mantenerse el escenario actual del mercado mundial de la almendra. Nada hace prever que vaya a cambiar, en opinión de Garrigós.
Como quiera que el turrón protegido de Jijona solo usa almendra española cultivada en la cuenca mediterránea y en una proporción, según los estatutos que rigen el Consejo Regulador de la Generalitat Valenciana, del 64% mínimo, una tableta de 300 gramos podría costar un 20% más.
Un euro más por tableta
En el caso de las marcas más comerciales y caras (Antiu Xixona etiqueta negra o 1880 'el más caro del mundo', por encima de un euro. Garrigós añade que la pepita de almendra también sufre una merma en las fábricas de Jijona, donde se tuesta, de entre un 3% y un 4%, otro factor que también incide en el alza de precios previsible.
El sector primario, por boca del secretario de Jóvenes Agricultores-Asaja de Alicante, Eladio Aniorte, mostraron ya el pasado diciembre, a través de este diario, su satisfacción por la evolución de los precios gracias a la creciente demanda asiática de pepitas de California.
España no solo es el segundo productor mundial de almendra. También uno de los principales importadores, especialmente de California y por el puerto de Valencia, para sus reenvíos a Europa y Asia.
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