«No hay derecho a que me quiten la casa por 875 euros, cuando no tengo ni para comer»

María Victoria Nogués es la protagonista un caso claro de los desagradables tintes que está alcanzando la crisis económica en la actualidad en muchos municipios de España. Desprotegida y asustada, Victoria tiene desde ayer un nuevo problema que se suma a sus muchos apuros económicos.

Victoria es madre de dos hijos pequeños y lleva tres años en el paro, pero ahora se le presenta otro órdago. El Ayuntamiento de su ciudad, Tavernes de la Valldigna, le notificó el miércoles la diligencia de embargo de su casa de poco más de ochenta metros cuadrados, ubicada en la calle Alicante. El motivo: no haber hecho frente a una deuda de 558'39 euros.

A esta cuantía hay que sumar los intereses y el recargo, con lo que la cifra llega a los 875,13 euros. Ese importe se lo reclama la Administración Local por no haber abonado los impuestos de la contribución y la tasa de la basura.

«No tengo trabajo y no puedo pagar, no hay derecho a que me dejen sin casa a mis niños y a mí por 875 euros. Cuando tenía trabajo pagué la contribución, pero ahora no me llega ni para comer y no puedo pagar», relata apesadumbrada Victoria.

Esta mujer clama ayuda. «Pido que me ofrezcan un alquiler económico, y la posibilidad de cuando tenga trabajo poder pagar esta deuda. Prometo que lo haré enseguida». comentó entre sollozos Victoria mientras sostiene a su hija pequeña en brazos.

El Registro de la Propiedad contemplará una anotación preventiva del embargo a favor del Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna. Victoria asegura que ha acudido en varias ocasiones al Consistorio Municipal, pero sin éxito.

Su situación es crítica. Por su falta de ingresos no puede pagar al banco y es posible que la entidad bancaria la desahucie.

«El otro día llamaron a la puerta y creí que eran del banco para quitarme la casa. Pero no, me dijeron que eran del Ayuntamiento de Tavernes y que por no pagar me iban a embargar el piso. Me quedé helada, sentí un dolor en el estómago, porque lo que me está pasando no es justo».

Ahora Victoria puede interponer un recurso de reposición en el plazo de un mes contra la notificación de embargo, pero su mala situación económica no le permite poder hacer frente a más dificultades.

«Tampoco tengo dinero para poder pagar a un abogado. Estoy viviendo una situación muy angustiosa».

Victoria asegura que acudía a Cáritas, pero que ya no puede ni pagar el precio bonificado del economato en comida, pañales o papillas. Ahora, esta vecina de Tavernes confía en que las autoridades la apoyen y contribuyan a resolver su problema.