Cotino pide al Gobierno que perdone 11.000 millones a cambio de la deuda histórica

«El problema de raíz de la Comunitat Valenciana es una deficiente financiación». Juan Cotino, presidente de Les Corts, era consciente de que no realizaba ningún anuncio al pronunciar estas palabras en la conferencia que impartió en Nueva Economía Fórum. Pero las pronunció con rotundidad, la misma que empleó para evidenciar que el mal reparto del dinero de los españoles ha supuesto que los valencianos dejen de percibir más de 11.000 millones de euros desde 2002 hasta el año pasado. Por ello reclamó ayer al Gobierno central que solucione esta situación y la que ha provocado: el endeudamiento.

Su propuesta, solicitar al Gobierno «que condone» los 11.000 millones, «porque nos lo debe el Estado», dijo. La deuda histórica ya la reclamó el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el 4 de octubre de 2011. La responsabilizó del 60% de la obligación contraída y la elevó a 11.735 millones de euros.

Juan Cotino inició su parlamento agradeciendo la presencia de una persona: la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. La del resto de autoridades prefirió darla por hecho para ir al grano. Sólo acudió un miembro del Consell, la titular de Educación, María José Catalá. Estuvieron Alejandro Font de Mora y Antonio Clemente, miembros de la Mesa, la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, el síndico popular en Les Corts, Jorge Bellver, diputados autonómicos como Vicente Rambla (fue miembro del mismo Consell que Cotino), César Sánchez, Vicente Betoret, Rubén Ibáñez y Marisol Linares, el presidente de la Cámara de Comercio, José Vicente Morata, y el de los empresarios de Castellón, José Roca, además de componentes de las consellerias que ha dirigido Juan Cotino, entre otros.

En su locución nombró a pocos políticos: Rita Barberá, Francisco Camps y Luis Lucia, fundador de la Derecha Regional Valenciana en los años 30. Ni una palabra sobre el actual presidente de la Generalitat.

«Me niego a destruir lo realizado», afirmó al poco de iniciar su parlamento. Fue una defensa de su pasado y del presidente con el que fue conseller y vicepresidente. Cotino señaló que tanto Rita Barberá en el Ayuntamiento de Valencia como Francisco Camps en el Consell tenían dos ejes de trabajo: elevar la calidad de vida de los ciudadanos y colocar a la Comunitat en el centro de Europa y que el mundo conociera «dónde estamos y qué somos».

«La deficiente financiación que recibíamos del gobierno central durante décadas nos abocaba a una terrible coyuntura: o dejábamos de prestar servicios, o restábamos calidad a los servicios prestados, o nos endeudábamos», aseguró.

En esos años del anterior presidente de la Generalitat se invirtieron cerca de 18.000 millones de euros «en construir hospitales, colegios, campus universitarios, museos, casa de cultura, teatro, depuradoras, modernización de riego y autovías», afirmó. «La deuda no es por la Fórmula 1 ni por los grandes proyectos, por más que quieran estirarlo algunos», y afirmó que la incidencia de estos es de un 10%. «En los últimos años más del 80% de lo invertido ha sido en educación, sanidad y servicios sociales», dijo.

Cotino incidió en que no tiene sentido el cupo vasco o el navarro, «que ahora quiere Cataluña» y clamó de nuevo por una mejora de la financiación autonómica. La media per capita en España es de 2.319 euros y en la Comunitat, de 2.153 euros, 156 menos. Y mientras un valenciano recibe 900 euros en atención sanitaria, un vasco, 1.400. Por ello pidió que la revisión incorpore «medidas correctoras» para que no se aleje un 2% de la media y sea «justa y equitativa». «Ahora, entre la Comunitat y Cantabria hay un 25% de diferencia y con el País Vasco llega a un 60%», argumentó.

Puntualizó que las autonomías deben recibir «una transferencia del Estado por igual para atender la educación, la sanidad y la dependencia». Además, dijo que el Gobierno central debe reservarse en exclusiva la seguridad pública, la Justicia, la caja única de la Seguridad Social y las relaciones exteriores.

Aseguró que tanto funcionarios como políticos deberían cobrar por objetivos, se mostró partidario de reducir el número de diputados y justificó que estos no atiendan en los plenos si no se aborda en el debate uno de los asuntos que les competa, caso de Díaz Alperi, «ha sido siempre así, esa es la verdad».

Volvió a reivindicar el trasvase del Ebro, alertó de la deriva independentista de Cataluña y del riesgo de que plantee de forma seria la anexión de la Comunitat Valenciana para formar los Països Catalans «que defiende Esquerra Republicana y apoya CiU y un sector del PSC». Frente a ello, Cotino reafirmó el hecho diferencial de los valencianos respecto a otras autonomías (lengua, señas y tradición) y realizó un llamamiento «en defensa del Estatuto», a la par que dio un aviso a los partidos que no gobiernan para que controlen al Gobierno pero «lo que no se puede hacer oposición a la Comunitat Valenciana».

El presidente de Les Corts dijo que le preocupa el paro, en especial el que afecta a un 50% de jóvenes, y abogó por la economía social de mercado y el cooperativismo.