La Casa del Mediterráneo, proyecto estrella de Zapatero en Alicante, será salón de bodas

Tenía previsto funcionar con cerca de cuatro millones de euros anuales, obras aparte, y el año pasado tuvo que conformarse con apenas 770.000. Casa Mediterráneo, el proyecto estrella del PSOE de Zapatero en Alicante, es uno de los ejemplos más evidentes de cómo la crisis ha golpeado duramente a aquellos proyectos que se vendieron a bombo y platillo en la época de bonanza y parece que se han convertido en prescindibles para las administraciones implicadas. Ahora se busca financiación para poder mantenerlo y se ofrece como escenarios para celebrar bodas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores es el único que ha cumplido con las obligaciones económicas que contrajo para crear el consorcio Casa Mediterráneo. Ni la Generalitat, ni los ayuntamientos de Benidorm, Alicante y Xàbia han hecho lo propio. En estos momentos la deuda de estas cuatro administraciones con el organismo asciende a 3,6 millones de euros.

Según explicó ayer la directora, Almudena Muñoz, de momento solo está garantizada la aportación de Asuntos Exteriores, que le ha destinado 720.000 euros, como el año pasado. En 2012, Casa Mediterráneo tuvo que apañárselas con esta aportación y 50.000 euros del Ayuntamiento de Alicante nada más, pese a que contaba con recibir cuatro millones.

Desde su fundación, debería haber recibido 12.600.000 euros, de los cuales solo le han pagado nueve. En porcentajes, la administración que más le debe es el Ayuntamiento de Benidorm un 8% de los 630.000 euros comprometidos. El Consell ha pagado un 18% de 2,5 millones y el Ayuntamiento de Alicante solo ha pagado el 44% de 1.260.000 euros. Mientras, Xàbia es el Consistorio que más ha aportado, ya que ha pagado el 63,5% de lo que se comprometió.

La falta de fondos compromete seriamente la permanencia de Casa Mediterráneo, aunque Muñoz aseguró que seguirá adelante, con una programación adaptada a los fondos disponibles y en la que tendrán cada vez más fuerza las aportaciones privadas. La idea es, señaló la directora, conseguir que empresas financien encuentros diplomáticos que pueden beneficiarlas, por ejemplo. Pero, sobre todo, se quiere sacar partido a la sede, alquilándola a empresas o particulares para «celebrar bodas, desfiles, exposiciones o cualquier evento que no nos rompa la sede y sea moralmente aceptable. Necesito liquidez», señaló Muñoz.

El problema es que la falta de fondos tiene una representación física en esta sede. Del ambicioso proyecto 'Malditos Modernos', que ganó un concurso internacional para rehabilitar la antigua Estación de Benalúa, poco ha quedado. Apenas se han ejecutado obras por algo más de dos millones, cuando la previsión era invertir casi ocho. El centro ha quedado sin cubrir y sin suelo. .

El recorte presupuestario se ha reflejado también de forma directa en la plantilla, que se ha recortado más de un 50%. En sus inicios contaba con 22 puestos y en la actualidad se han tenido que quedar solo con 10.