«El voluntariado es básico porque nos hace sensibles ante la realidad de los demás»

Cristina Aranda tiene 21 años y estudia Magisterio en la Universidad Católica de Valencia. Además, dedica una tarde a la semana a los demás. Es voluntaria es un centro de día de la Obra Salesoiana. Allí acude para echar una mano en sus tareas escolares aun grupo de jóvenes en riesgo de exclusión social.

Los deberes del colegio no son el único cometido de los voluntarios. Cristina también invierte parte de su tiempo dedicado al voluntariado con talleres lúdicos para esos jóvenes a quienes resultan de gran utilidad los juegos programados «para su desarrollo personal».

Cristina acude puntualmente a su cita semanal con los escolares en el Centro de Día de los salesianos. Está convencida de que es «muy importante dedicar parte de tu propio tiempo a otras personas que necesitan recibir apoyo».

No es este el único razonamiento que ofrece esta joven universitaria para fundamentar la trascendencia social que en su opinión tiene el voluntariado: «Es un pilar básico para la sociedad porque mediante la acción social nos volvemos más sensibles hacia la realidad que viven otras personas».