El PSPV resucita ahora planes de aguas de Borrell y Albero

A raíz de proponerse aumentar a 400 hectómetros cúbicos las reservas de agua en la cabecera del Tajo, para poder realizarse trasvases al Segura, desde el PSOE de la Comunitat Valenciana y de Murcia se ha insistido en rechazar este preacuerdo y, al mismo tiempo, se propone que los trasvases puedan realizarse en el futuro «desde el Tajo Medio, el Duero o cualquier otra aportación a la cabecera del Tajo» como «única solución» duradera.

Los usuarios del acueducto Tajo-Segura consideran que éste está prácticamente muerto en su concepción actual, puesto que aumentar la dotación de reserva en cabecera equivale a reducir a mínimos las posibilidades de enviar agua hacia el sudeste desde los embalses de Entrepeñas y Buendía.

Por este motivo se ha optado por resucitar los proyectos que en su día esgrimieron Josep Borrell y Vicente Albero, cuando el primero era ministro de Obras Públicas y el segundo secretario de Estado del Agua. Su anteproyecto de Plan Hidrológico Nacional, que no llegó a ramos de bendecir, además del trasvase del Ebro -que luego rechazaría el mismo PSOE cuando iba a ponerlo en marcha el PP, que finalmente lo ha parado-, preveía otros trasvases o reequilibrios entre cuencas, como desde la del Duero hasta el Alto Tajo, para aumentar la disponibilidad de éste para reenviar al Segura, y un cambio sustancial en el gobierno del Tajo Medio para ganar reservas en cabecera.

Hay que tener en cuenta que el conjunto de los embalses del Tajo están al 70%, pero los de Entrepeñas y Buendía, que son los del trasvase, se encuentran a sólo el 30%. Eso quiere decir que se deja pasar mucho caudal aguas abajo que no se aprovecha. En buena parte circula hasta Portugal y el Atlántico.

Una solución sería frenar salidas en cabecera, pero está la cuestión del caudal ecológico y la obligación de que pase por Aranjuez como mínimo un caudal de seis metros cúbicos por segundo. Esto podría resolverse con la llamada 'Y', que consistiría en conectar la devolución de aguas depuradas de Madrid antes de Aranjuez, no después, como ahora, pero tampoco se ha querido.

Ahora, los partidos socialistas de Murcia y Comunitat Valenciana plantean la búsqueda de soluciones y de estudios que puedan demostrar la viabilidad de unas cosas y otras y qué rentabilidad se le puede dar al agua en unos sitios o en otros. Es decir, lo de siempre, pero cambiando de tono según se vaya variando de estar en el gobierno o en la oposición, por parte de unos y otros.

Puestos en su papel, los dirigentes regionales del PSOE señalan que ahora es cuando el PP «tiene que hacer valer esas soluciones que decía tener».