Secciones
Servicios
Destacamos
ARTURO CHECA
Martes, 16 de abril 2013, 18:28
El culto al cuerpo requiere a menudo muchos sacrificios. Cuando la pasión por el músculo se convierte en enfermedad se conoce entonces como vigorexia. Y, en este caso, el sacrificio puede llegar a ser acabar pagándolo con la vida. «Estas sustancias tienen infinidad de efectos físicos sobre el organismo. Estás acelerando el crecimiento de tu cuerpo de manera artificial. Disminuyen brutalmente el sistema inmunitario. Y el resultado final puede llegar a ser la muerte».
No lo advierte ningún profano en la materia. Lo sostiene el hoy miembro de la Fiscalía Superior de la Comunitat y durante 23 años responsable de la lucha antidroga en la Fiscalía de Valencia, Luis Sanz. «El tráfico de anabolizantes lleva varios años creciendo. Y lo va a seguir haciendo», apostilla.
Uno de sus últimos informes antes de salir de la Fiscalía Antidrogas, efectuado hace un par de meses, así lo atestigua. Está incluido dentro de la memoria fiscal que aún no ha sido hecho pública. Y revela una preocupante realidad: «Se ha detectado un incremento de las falsificaciones de recetas, sustraídas a médicos, para vender anabolizantes y esteroides».
La alarma llega incluso más lejos. El último ejemplo tuvo lugar la pasada semana, cuando la Policía Nacional detuvo a dos hombres que supuestamente vendían anabolizantes en una tienda de productos nutricionales del distrito valenciano de Tránsitos. Las cajas de los esteroides intervenidos por los agentes confirmaron sus sospechosas: muchos de ellos lucían sus rótulos y componentes en chino.
Entrada por el puerto
Esa es la cara más peligrosa del actual tráfico de anabolizantes. Hasta en este sector domina la omnipotente China. Y fuentes policiales y de la propia Fiscalía coinciden en lanzar una advertencia: la llegada de este tipo de productos es cada vez más «masiva». Y no solo eso: «Muchos tienen una composición química imposible de conocer. Y con ello, la incapacidad de saber cuáles son sus efectos sobre el cuerpo».
La Fiscalía de Valencia, a través de sus memorias, lleva ya tres años seguidos alertando del auge de este tráfico. Gimnasios, tiendas de nutrición o comercios de productos naturistas -además de locales clandestinos, pisos particulares o consultas de contados médicos- son los lugares en los que se distribuyen de manera ilegal estas sustancias. Ya en 2010, la memoria fiscal ponía el foco sobre el asunto. Los datos de la sección antidroga revelaban el notable incremento de investigaciones sobre anabolizantes. El informe anual señalaba que la mitad de las investigaciones abiertas por la Fiscalía (19) estaban relacionadas «con la falsificación de recetas de medicamentos usados para mejorar el rendimiento deportivo».
Y, una vez más, el Puerto de Valencia y el de Barcelona son las principales puertas de entrada de estas sustancias. A la propia Fiscalía de Valencia llegó recientemente una alerta de la Policía Judicial de la Ciudad Condal en la que se avisaba de la creciente presencia de estos productos.
En todo el mundo, este negocio mueve un montante de 15.000 millones de euros al año, según la Agencia Mundial Antidopaje. Más que el tráfico de heroína. Fuentes policiales estiman en «cientos de millones» el dinero que supone en toda España.
La escasa pena que lleva aparajeda la comisión de este delito, castigado con un máximo de dos años de prisión -que puede llegar a cuatro en caso de mediar producción de los anabolizantes o esteroides-, es otro 'acicate' para que muchos se sumerjan en este ilícito mercado.
La Comunitat ha sido escenario en los últimos años de importantes operaciones contra el tráfico de anabolizantes. En 2011 tuvo lugar la más contundente de ellas. Bautizada como 'Master', se saldó con la intervención de miles de dosis de EPO, hormona del crecimiento y clembuterol en Valencia y el arresto de 18 personas, entre ellos el seleccionador autonómico de ciclismo hasta 2010, Victoriano Fernández, y el ciclista Raúl Castaño.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.