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LAURA GARCÉS
Viernes, 19 de abril 2013, 04:44
El cáncer de mama reúne en Valencia a más de 400 especialistas. Participan desde ayer en el congreso de la Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam). Los ensayos científicos y la aplicación clínica de nuevos fármacos -terapias innovadoras- para mejorar la supervivencia en mujeres con tumor mamario ocupa a los oncólogos que ayer mostraron el temor a que los recortes derivados de la crisis económica alejen a las pacientes de los nuevos medicamentos.
Los oncólogos «están muy preocupados porque la crisis económica limite a las mujeres españolas el acceso a nuevos fármacos de probada eficiencia contra el cáncer de mama». El doctor Miguel Martín, presidente del grupo español Geica, puso de manifiesto el riesgo que en su opinión pueden correr las pacientes afectadas por este cáncer.
La incertidumbre es mayor en el ámbito de la aplicación clínica, de la administración de los tratamientos. La inquietud por la posible disminución de las inversiones en investigación es menor, aunque no inexistente. El doctor Martín explicó que también en el campo de los ensayos científicos «repercuten las circunstancias económicas, pero no tanto como temíamos».
La escasa incidencia de los ajustes presupuestarios en el ámbito de los ensayos no constituye motivo de satisfacción. Responde a que la Administración «no ayuda en la investigación a los grupos cooperativos y por tanto estos no dependen de la situación económica de los Gobiernos para continuar con sus estudios», expuso el doctor Martín. Ante estas circunstancias, insistió en que más que en recursos para investigación «el recorte que más temen los oncólogos es el acceso a los nuevos fármacos de las españolas con cáncer de mama por motivos económicos a pesar de que su eficacia esté demostrada».
Los especialistas que participaron en la presentación del congreso hicieron hincapié en la trascendencia de la labor investigadora que, si bien ha permitido grandes avances en supervivencia, ahora se enfrenta al reto de vencer a la resistencia que muestran algunos tumores de mama a los tratamientos administrados a las pacientes.
La oncóloga Ana Lluch, jefa del servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico de Valencia, insistió en que vencer esa resistencia es ahora el principal objetivo. Refirió el «alto porcentaje de curación. En la actualidad supera el 80 % a los cinco años de diagnóstico y se ha reducido la mortalidad de las pacientes en los últimos 10 años». Pero la resistencia a las terapias, siempre en demasiadas ocasiones, se cruza en el camino y resulta capital avanzar en la investigación.
Cómo avanzar
También la doctora Ana María González, del MD Anderson Cancer Center de Texas, detuvo su atención en este asunto: «Estamos estudiando cómo los tumores burlan los tratamientos para lograr que no ocurra. Sin investigación, la oncología no avanza».
La Comunitat trabaja en esa línea. Varios centros valencianos, junto a otros españoles y de diversos países, participan en estudios que abordan la resistencia a las terapias. Trabajan de forma conjunta en respuesta a la consideración de que la investigación «no puede hacerse de manera aislada», relató la doctora Ana Lluch para destacar la importancia de la transferencia en este ámbito. Y superada la fase de investigación, la aplicación clínica aconseja abordar la enfermedad con implicación de varias especialidades médicas: «El diagnóstico y tratamiento resulta cada vez más complejo, por su naturaleza».
La incidencia de las prótesis PIP en el cáncer de mama fue otra de las cuestiones a las que se refirieron los expertos que participan hasta hoy en el congreso Geicam. Afirmaron que los implantes de silicona no provocan cáncer de mama, pero las prótesis mamarias de la empresa Poly Implant Prothese (PIP) se asocian a «un aumento de rupturas y problemas con infección».
Así se pronunciaron Miguel Martín y Vicente Valero, director clínico de The Morgan Welch Inflammatory Breast Center Research program and Clinic MD Anderson Cancer Center, de Texas. Valero remarcó la importancia de contar, como en EEUU, con un registro de los implantes estéticos o terapéuticos.
En la Comunitat se detectaron unas 10.000 mujeres con estas prótesis, de las cuales alrededor de 600 correspondían a implantes realizados en centros públicos, según datos de la Conselleria de Sanidad. Esta semana ha comenzado en la ciudad francesa de Marsella el juicio a Jean-Claude Mas y otros cuatro directivos de la empresa PIP.
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