Borrar
Urgente Bolaños se desvincula de la contratación de la asesora de Moncloa que trabajó para Begoña Gómez
Alfonso Rus. / Irene Marsilla
Alfonso Rus mueve ficha
Politica

Alfonso Rus mueve ficha

El líder provincial planta cara a De Cospedal con los escraches, resucita el «Agua para todos» y exige a Rajoy que cumpla con la Comunitat El presidente provincial multiplica sus intervenciones y las críticas a Génova

F. RICÓS

Lunes, 22 de abril 2013, 03:48

Era la noche del 22 de mayo de 2011. Todo estaba preparado en el Alameda Palace para celebrar el triunfo del PP en las elecciones autonómicas y locales. Francisco Camps y Rita Barberá habían arrasado en las urnas. La fiesta, prevista para las 23 horas, se retrasó hasta la medianoche, cuando llegó a Valencia el presidente provincial del PP. Alfonso Rus había sudado tinta para ganar en Xàtiva y para las fotos no posó con su mejor sonrisa. «Alfonso lo ha pasado muy mal y no se va a volver a presentar», confesó casi de madrugada un alto cargo de los populares valencianos. Ahora, en el ecuador del mandato, el setabense tiene un problema en su ayuntamiento que se llama Vicente Parra -el concejal considerado su delfín, que pescó Serafín Castellano para la ejecutiva regional-, pero está más afianzado que nunca en la organización provincial del PP -ganó con solvencia el congreso, en las comarcas y ahora lo hace en las organizaciones locales frente, de nuevo, a Castellano- y, por supuesto, en la Diputación.

La institución provincial es el altavoz para proyectarse hacia los municipios, los alcaldes, las organizaciones locales del PP y buscar la cercanía del pueblo, algo que le ayuda también su presencia en el parlamento valenciano, aunque más en los pasillos que desde la tribuna.

Rus está afianzado. Se siente fuerte y por eso ha empezado a mover ficha. Ha multiplicado sus intervenciones durante la última semana frente a la inacción en la que ve sumido al PP de la Comunitat. Después de unos meses en los que algún sábado ante la militancia alzaba su voz, ahora no duda en decir lo que piensa varias veces a la semana, aunque vaya en contra de la línea oficial que su partido defiende en Madrid. Y todavía no ha habido nadie dentro del PP que públicamente le haya levantado la voz para hacerle callar.

Alfonso Rus, el pasado martes, dejó muy claro que los escraches (el acoso a un personaje político ante su domicilio) no le gustan pero los comprende. Entiende, dice, el dolor de perder la casa que has estado pagando al banco que te formalizó la voluminosa hipoteca y cuando te quedas sin trabajo y no puedes seguir afrontando el gasto, ese mismo banco te la quita y aún tienes que pagar la deuda pendiente. La línea oficial que marca Génova con los escraches es condenarlos. Cuando sus colaboradores más cercanos le recriminaron que se había excedido, reflexionó: Génova sólo reacciona cuando se ha acosado a la vicepresidenta del Gobierno, y aquí ya se le hizo lo mismo a Camps, también a Rita Barberá y a la sede del PP en la calle Quart. Entonces Génova guardó silencio.

Con Dolores de Cospedal, la secretaria general del PP, Rus también ha tenido más palabras esta semana. La número dos de Mariano Rajoy dijo que los militantes del PP antes gastarían su dinero en pagar la hipoteca que en comida. «El que no puede pagar, no paga, sea del PP o del PSOE», le replicó.

Además, Rus ha sido uno de los pocos políticos que en los actos públicos ha afeado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras casi año y medio de mandato, que aún no ha cumplido sus compromisos con los valencianos: mejorar la financiación autonómica, dotar a la Comunitat de las infraestructuras necesarias, especialmente el corredor mediterráneo, sin olvidarse de las hídricas.

Precisamente en Les Corts, el pasado jueves, tanto Rus como la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, rescataron un lema del Gobierno de Camps, que antes coreaba todo el PP, incluso en el Congreso y en el Senado: «Agua para todos». Fueron los únicos diputados autonómicos del PP que frenaron al grupo socialista que consiguió colar en el debate parlamentario los problemas de contaminación del agua que sufren los ciudadanos de la Ribera. «Agua para todos», empezaron a corear ambos. Para tratar de cortarlos, el diputado socialista Josep Moreno, les gritó «sinvergüenzas». Rus había conseguido ya su objetivo.

La semana pasada fue uno de los poco altos cargos del PP que reclamó al PSPV que pidiera perdón a Francisco Camps, después de que el Supremo volviera a darle la razón al anterior jefe del Consell en el 'caso de los trajes', mientras el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, defendía que su antecesor estaba retirado de la política y Javier Moliner, presidente de la Diputación de Castellón, decía que ser declarado inocente no basta.

Todo este protagonismo público evidencia que Alfonso Rus asume el protagonismo dentro del PP valenciano para convertirse en la referencia. Sus palabras en público suelen estar lejos de los típicos lugares comunes y no duda en alzar la voz frente a Madrid porque ningún otro dirigente del PP lo hace.

Tanto los que se consideran hombres de su confianza como los que políticamente no lo pueden ver empiezan a considerarlo «un verso suelto». Los segundos consideran que su afán de protagonismo es excesivo y que su populismo cuadra más en el chavismo venezolano que en el PP de Rajoy. Es más, a dos años vista ya piensan que Rus debe de quedar fuera de la lista de Les Corts.

Oficialmente su ambición política está cubierta con la alcaldía de Xàtiva y la Diputación. Quienes le rodean afirman que Rus piensa repetir en ambos cargos, pero no descartan que en ese papel de referente Rus busque objetivos más altos. Dependerá del resultado de las autonómicas de 2015.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Alfonso Rus mueve ficha