Un vertedero se adueña de unas naves protegidas del Grao

Dos viejas naves de la calle Juan Verdeguer albergan «un vertedero urbano» junto el circuito de Fórmula 1. Con esta expresión describe Jesús Vicente, presidente de la asociación de vecinos Grao-Port, la situación que se produce en este lugar de la ciudad de Valencia. «Vienen con furgonetas, a veces con camiones, y descargan basura o escombros. Lo tienen como una zona de referencia para tirar desechos», denuncia el representante vecinal. El ayuntamiento está a la espera de que la empresa responsable de las naves convierta el espacio en unas instalaciones públicas todavía por determinar.

Basta con asomarse a la puerta forzada de uno de los recintos para advertir el foco de insalubridad que tras ella se esconde. Los vehículos acceden por la parte trasera para deshacerse a sus anchas de los desperdicios. «Entran por el camino que se hizo para restaurar las tres naves que sí han sido acondicionadas», indica Vicente, que concreta que suele tratarse de «furgonetas». «Tiran la basura dentro de la nave más cercana a la antigua harinera y se van. Antes lo hacían de día, pero ahora deben de estar haciéndolo de noche, porque no se les ve tanto pero la basura no para de acumularse», deduce el representante vecinal.

Quienes acostumbran a darle este uso a la zona parecen haber establecido un orden. En la primera de las naves depositan la basura, que habitualmente la descargan en bolsas, y en el espacio existente entre ésta y la segunda, arrojan los sacos de escombro y la madera. «La cantidad de basura que se acumula es impresionante. Nosotros intuimos que vienen a tirar los restos de mudanzas o limpiezas de oficinas, porque aparecen muchos restos de talonarios y viejas facturas entre el material desechado», especula Vicente.

En la segunda nave abandonada se refugian dos indigentes que constatan el uso que se le está dando a la zona. «A veces vienen y descargan», responden. Vicente intuye que el fuego que estos hacen para calentarse pudo ser el causante del incendio que se produjo el pasado lunes, cuando ardieron treinta metros cuadrados de basura, según informaron los Bomberos de Valencia. La explosión de diversos aerosoles que se encontraban entre los desperdicios alertó a los vecinos.

En total son seis las construcciones industriales que permanecen en la calle Juan Verdeguer de las que tres ya han sido restauradas y entregadas a la fundación VEO para su uso cultural en el espacio conocido como 'Las Naves'. Otra es la vieja harinera, una construcción muy deteriorada cuya fachada se sostiene gracias a robustos andamios cuya rehabilitación está pendiente de ser adjudicada. No obstante, ya se conoce el uso que se le dará al edificio. Será una incubadora de proyectos creativos y culturales con espacio para emprendedores y zonas comunes y expositivas.

Las dos naves restantes son las abandonadas, donde se concentra el problema del vertido de basura y escombros. Fuentes municipales informaron ayer de que, en estos momentos, el consistorio está a la espera de que la empresa responsable las transforme en un espacio deportivo. Según explican las mismas fuentes, el Ayuntamiento de Valencia ha asumido el coste de lo ya rehabilitado hasta la fecha a cambio de que la empresa se responsabilice de éstas últimas construcciones. Todavía no han empezado las obras, aunque, según informan, no han incumplido el plazo de tiempo previsto para hacerlo.