Compromís inventa ante la falta de dinero el «cheque democrático» para financiar partidos

El anuncio el pasado lunes del conseller de Gobernación, Serafín Castellano, de que va a reducir un 30% la subvención a los partidos políticos y que lo que se adeuda del año pasado no se va a cobrar ha puesto muy nerviosos a algunos grupos parlamentarios. Tanto que el líder de Compromís, Enric Morera, se ha dado prisa para registrar en Les Corts el llamado «cheque democrático».

Los presupuestos de la Generalitat recogen una partida, que se ha rebajado a 1,2 millones de euros, para financiar a los partidos de Les Corts según su representación parlamentaria. La propuesta es que este dinero se reparta a partes iguales entre todos los ciudadanos de la Comunitat Valenciana con derecho a voto a través del «cheque democrático».

En las últimas elecciones autonómicas el censo fue de 3.549.707 personas. Si la partida a repartir es de 1,2 millones de euros, cada valenciano gozaría de un cheque democrático de 0,33 euros. Compromís propone que cada ciudadano lo destine al partido que quiera.

¿Y si un ciudadano no quiere que ningún partido se quede su dinero? Pues no pasa nada, este también irá para las formaciones políticas. Compromís, que no contempla que los 0,33 euros se puedan destinar a otras partidas para fines sociales, por ejemplo, propone que el dinero de aquellos valencianos que no quieran darlo a partidos se acumule en un bote y se distribuya «de manera igualitaria» entre todas las opciones políticas de la Comunitat, tengan o no representación.

Morera y Fran Ferri, que es el diputado que acompaña la proposición no de ley, piden que la aportación sea anual y que el resultado global de la asignación ciudadana se publique en la web de la Generalitat. El último punto de la resolución pide al Consell a que inste al Gobierno a cambiar el sistema de financiación de los partidos a nivel estatal «con las premisas anteriores, garantizando la transparencia de las donaciones privadas, prohibiendo la condonación de créditos bancarios y reduciendo el gasto electoral».

Una de las esencias de la democracia es que el voto es secreto. Si cada valenciano dispone de un «cheque democrático» para dárselo a un partido político lo lógico es que en algún sitio quede reflejado su preferencia, por lo que la opción de voto pasaría a ser pública. Sería como una encuesta oficiosa de intención de voto. La propuesta de Compromís está motivada porque la coalición considera que la mayoría de la subvención se destina a los partidos mayoritarios: «Se reparte el dinero de acuerdo con la presencia institucional y no según el voto de la ciudadanía perjudicando a los minoritarios».