Dos colegios de Xàbia utilizan la música para luchar contra el fracaso escolar

La música es una herramienta que ayuda a fomentar todo tipo de conocimientos y que permite desarrollar diversas competencias en los estudiantes, como la matemática. Dos colegios de Xàbia han querido aprovechar sus múltiples beneficios y, aprovechando una convocatoria de la Conselleria de Educación, han puesto en marcha un proyecto centrado en la percusión y con el que se pretende luchar contra el fracaso escolar.

Los colegios Graüll y L'Arenal están llevando a cabo dos iniciativas con la base común de la batucada. El proyecto realizado por el primer centro escolar se denomina «PercuXàbia», el del segundo es «Percussions i Danses del Món». Albert Llobell, maestro, percusionista y director de Ondarattack es el encargado de enseñar a los alumnos de 10 a 12 años. En sus clases se juega con las matemáticas y la música.

«Dividir, sumar y restar. Con eso se puede entender la parte rítmica y los niños lo captan rápidamente», destaca el profesor. Según destaca, los estudiantes enseguida ponen interés y están muy motivados, por lo que prestan atención a sus indicaciones, especialmente porque la percusión brasileña «engancha».

En ese sentido, Llobell reconoce que está satisfecho con los logros obtenidos con las cuatro sesiones de una hora con los alumnos de 5º y 6º. Unos 88 del CP Graüll y algo menos del CP L'Arenal. Al final de cada intensa clase los chavales acaban agotados y algunos con dolor de manos. «Una parte fundamental es que noten el esfuerzo, así se sienten más realizados», explica.

Azahara, maestra de música en el Graüll, apunta que gracias a la ayuda de la conselleria se ha podido participar en este proyecto experimental para luchar contra el fracaso escolar a través de la música. Según subraya, la música fomenta la concentración, la competencia matemática, la cooperación y el trabajo en grupo. «Ofrece una formación global y desarrolla inteligencias múltiples», recalca.

Antes de la llegada de Albert, Azahara trabajó el compás y el ritmo con los alumnos y ellos mismos confeccionaron sus instrumentos de percusión con trozos de madera, cámaras de ruedas, chapas de botellas y botes de pintura.