30 autoescuelas exigen un circuito de prácticas para motos en Valencia

Treinta autoescuelas y unos cientos de alumnos intentan desde el pasado mes de enero conseguir un circuito de prácticas de motocicletas en Valencia. El único autorizado en la ciudad, junto al cementerio General, fue cerrado a principios de año al descartar el ayuntamiento una prórroga del permiso, aduciendo que se trataba de un uso privado en una vía pública.

Las asociaciones del sector piden desde hace tiempo una reunión con el concejal de Tráfico, Alberto Mendoza, con el propósito de alcanzar un acuerdo y evitar que alumnos y profesores vayan a circuitos de Paterna y Catarroja, lo que ocurre en la actualidad.

El presidente de la Unión Profesional de Autoescuelas, Armando Galindo, comentó ayer que están dispuestos a pagar una tasa, aunque el problema es que no hay nada regulado. Hasta ahora, indicó, la cesión junto al cementerio General y una anterior colindante con el pabellón de La Fonteta habían sido gratuitas.

La modificación de la normativa obligó a cerrar este circuito y realizar las clases junto al bulevar sur. El motivo es que para las pruebas se necesitaba de mayor amplitud, así como salidas de escape seguras para las maniobras más arriesgadas. «En total, unos 3.000 metros cuadrados», indicó el presidente.

Desde enero, la única opción de la treintena de autoescuelas ha sido trabajar en propiedades privadas habilitadas como circuitos. «Son las autoescuelas las que deben organizar los traslados, tanto de las motos como de los alumnos». La pista de la pedanía de El Saler, donde se realizan los exámenes, no puede arrendarse en ninguna circunstancia.

Galindo señaló que el principal problema son los alumnos jóvenes, aquellos de 15 años que se presentan para el carné de ciclomotor AM. «Sus padres deben encargarse en ocasiones de llevarlos al circuito fuera de la ciudad, lo que siempre es una dificultad».

Las dos pistas de Valencia tenían la ventaja de contar en las proximidades con líneas de metro y la EMT, lo que facilitaba mucho las prácticas. «Durante un par de semanas es posible que hagan una al día, lo que da idea de lo mucho que se utiliza». Para algunos carnés, el examen incluye también un recorrido en abierto, lo que se hace en Valencia, sin problemas de momento.

En Valencia hay registradas 51.117 motociclistas y 25.559 ciclomotores. La crisis económica ha provocado el aumento de estos vehículos en perjuicio de los turismos, que han ido a la baja desde hace años. De ahí la importancia, indican desde las autoescuelas, de contar con un circuito en la ciudad.

Sobre los costes a asumir, Galindo subrayó que no se trata de «echar gravilla en un solar, sino que debe estar preparado perfectamente, como una calzada recién hecha». El ayuntamiento, curiosamente, ha promovido este año medidas en factor de este medio de transporte, como ha sido el caso de la autorización para que los motoristas vayan por el carril bus.

El presidente de la entidad indicó que se han producido ya reuniones con otras asociaciones, siempre con el deseo de buscar una estrategia común para alcanzar un acuerdo con el ayuntamiento. «Seguiremos intentado una entrevista con el concejal», finalizó.