El CVC roza los números rojos

Ser hombre de ciencia parece no estar reñido con la devoción en el caso del presidente del Consell Valencià de Cultura, pues según ironizaron ayer desde el propio órgano consultivo, Santiago Grisolía es Cofrade Mayor de la Virgen del Puño, lo que durante años permitió a la institución no caer en los números rojos. Sin embargo, esta broma hecha ayer en la sesión plenaria del CVC no ha logrado impedir que la institución roce los números rojos este año. El último año que el Consell de Cultura recibió una transferencia de la Generalitat fue cuando apareció la versión de Twitter en español: 2009. Hoy, el pajarito azul acumula más de ocho millones de cuentas en el país mientras el CVC tira de remanentes que actualmente exhalan su último aliento. Queda dinero para llegar a septiembre. A partir de ese momento se acabará lo ahorrado y la Generalitat deberá retomar la práctica de las transferencias, olvidada a partir de 2010.

La situación económica es tan preocupante que el personal del órgano consultivo ha buscado dinero hasta debajo de las piedras, casi literalmente, pues se repasaron las facturas telefónicas de los últimos años con el fin de rastrear errores a su favor. La lupa aplicada a esas tarifas del teléfono ha permitido reclamar y recuperar 10.000 euros, un hito celebrado ayer durante el pleno del CVC en el que se repasó el estado de las cuentas. El secretario de la institución, Jesús Huguet, señaló que se había comprobado «factura a factura» de los últimos años.

Cuando las cuentas de la entidad lleguen a cero, «la Generalitat tendrá que sacar dinero para los gastos, ya que el presupuesto de este año está aprobado por las Corts y tendrán que transferirnos dinero a medida que vayamos necesitando». O eso, o quizá antes «baja San Miguel y nos envía una transferencia», señaló Huguet en el mismo tono irónico con el que atribuyó a Grisolía su devoción por la Virgen del Puño.

Durante el pleno, además de dinero, se repasó la situación del teatro infantil, que según un informe de Manuel Conejero adolece en la Comunitat de desorganización, desaprovechamiento y escasa calidad. Al pleno asistió el director general de CulturArts, Manuel Tomás.

Quien no acudió, como nunca lo ha hecho tras tomar posesión del cargo, fue Carles Santos. Huguet admitió que el músico aseguró que enviaría una carta para renunciar a su puesto, misiva que «no se ha recibido» en el CVC. «No hay manera de hablar con él; nosotros siempre le estamos llamando y de vez en cuando llamamos a su oficina en Vinaròs, donde tiene una secretaria», indicó Huguet, quien ignoraba que Santos dio un concierto hace un par de semanas en Valencia en 'Cabanyal Portes Obertes': «No sé si está en el Cabanyal, en Berlín o en Nueva York».

No obstante, para el CVC, Santos «ya no está aquí. Técnicamente ya no pertenece y hablamos de 18 miembros actuales del CVC», resaltó el secretario de la institución, que ayer lamentó que los «fallos de comunicación» entre los miembros del consejo consultivo obligasen a retirar el informe sobre la muralla islámica de Valencia debido a que llegó al pleno un documento sin las correcciones que se aprobaron en la comisión que trató el tema.