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LAURA GARCÉS
Lunes, 3 de junio 2013, 06:57
La cirugía de trasplantes no puede parar. Para ello son necesarias muchas donaciones, actividad que en los últimos años se ha ralentizado. La situación ha obligado a los expertos a ampliar el campo para conseguir órganos. Han abierto varias vías nuevas entre las que destacan el impulso de la donación entre vivos y la consecución de órganos a partir de fallecimientos por parada cardíaca. Además, en la Comunitat los investigadores siguen trabajando para avanzar en el campo de las células hepáticas.
El incremento de los trasplantes renales entre vivos es el resultado más llamativo. Entre 2009 y el año pasado estas intervenciones se duplicaron al pasar de seis a 12, según los datos facilitados por el doctor Juan Galán, coordinador de la unidad de trasplantes del Hospital La Fe, que es el centro sanitario con mayor actividad trasplantadora de la Comunitat.
Los nuevos esfuerzos que afrontan los especialistas en trasplantes llegan como consecuencia de que en los últimos tiempos «el número de donantes se mantiene estable y para cubrir las necesidades hay que buscar otras posibilidades». Las razones para esa estabilización están descritas: «El progreso de la medicina permite que cada vez se salven más vidas, además afortunadamente han descendido los accidentes de tráfico y también los laborales», tal como explica el doctor Galán.
Explica el especialista que aunque no es una cifra elevada todavía, demuestra la tendencia al apuntar un importante aumento. Si bien al comparar el intervalo de 2009 a 2012 resulta una variación es del doble, el avance medio de las operaciones renales entre vivos sigue al mismo ritmo que en el resto de España, donde la media se sitúa en el 15%.
El doctor Galán apunta que en el Hospital La Fe el resultado se quiere mejorar con el objetivo de alcanzar «20 intervenciones renales entre vivos al año» para un hospital que anualmente cierra con una media de 80 trasplantes de riñón, incluidos los practicados a partir de órganos de donante fallecido y los de paciente vivo.
Otra de las alternativas que se está intesificando para mejorar los resultados de donación es la búsqueda de órganos de fallecidos por parada cardíaca. Este es uno de los programas más recientes, sólo año y medio de vigencia y ya se «han realizado cuatro trasplantes a partir de estos órganos, además de haber contado con nueve donantes efectivos».
Muerte por parada cardíaca
¿Por qué se recurre ahora a donantes fallecidos por parada cardíaca y no se hizo antes? El coordinador de trasplantes de La Fe asegura que la respuesta a este interrogante se encuentra en que en estos momentos «disponemos de tecnología fiable para mantener los órganos en óptimo estado para un trasplante».
Hasta ahora sólo se recurría a los órganos de personas fallecidas por muerte encefálica. «Son fallecimientos que siempre se producen en un centro sanitario, en un contexto idóneo para el mantenimiento del órgano». Sin embargo un fallecimiento por parada cardíaca puede haberse producido «en cualquier lugar» y surge la necesidad de «mantener el órgano de forma artificial».
El trasplante de donación en asistolia, parada cardíaca, resulta complejo y requiere unos protocolos más estrictos. Además, es necesaria la colaboración de equipos SAMU y fuerzas de seguridad, puesto que el fallecimiento puede producirse por algún tipo de accidente u otra causa en un lugar alejado del centro sanitario y realizar el traslado en las condiciones y con las actuaciones adecuadas es imprescindible.
De ahí la importancia que han jugado los avances tecnológicos para conseguir óptimos resultados en este ámbito de la actividad quirúrgica. Tanto es así que el doctor Galán asegura que la experiencia en torno a este tipo de trasplante ya ha demostrado en los órganos donados «la recuperación casi al cien por cien de la actividad renal, hepática y pulmonar». No obstante, el doctor Galán, se muestra prudente y advierte de que en este ámbito se encuentran en fase de seguir aprendiendo.
El responsable de la unidad de trasplantes de La Fe recuerda que otra de las alternativas entre vivos que se considera es el trasplante hepático a partir de la división de un hígado. Esto es posible porque el órgano es capaz de regenerarse a partir de una porción. Además, una de las ventajas que encierra este órgano es que aunque proceda de un paciente de avanzada edad suele ofrecer garantías para su implantación en quien espera el implante. No obstante, el doctor Galán puntualiza que las dificultades que comporta «no garantiza que se pueda generalizar entre vivis».
La búsqueda de nuevas opciones para la cirugía trasplantadora es una de las principales fuentes de preocupación de los expertos. De hecho el pasado mes de marzo los responsables de la Cordinación Autonómica de Trasplantes presentaron en La Fe las nuevas alternativas. Fue con motivo de un encuentro que contó con la participación de 50 expertos, entre coordinadores de trasplantes, cirujanos de equipos trasplantadores y personal sanitario que interviene en el proceso de donación.
Los hospitales españoles ofrecen grandes resultados en trasplantes y los centros valencianos constituyen una importante aportación. Hay varios ejemplos de ello. El pasado verano se confirmó uno. El 26 de junio consiguieron llevar a cabo 36 intervenciones. Los órganos procedían de 14 fallecidos y cuatro donantes vivos. Sólo uno había fallecido en accidente de tráfico.
Cuatro hospitales de la Comunitat contribuyeron a alcanzar el resultado. En La Fe se practicaron un trasplante bipulmonar y uno hepático y además se gestionó una donación. El Doctor Peset se llevaron a cabo dos intervenciones renales. La aportación de los hospitales alicantinos llegó con una donación desde Elche y otra desde el hospital de Villajoyosa.
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