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R. GONZÁLEZ
Domingo, 16 de junio 2013, 19:39
Millones personas engrosan en la actualidad las listas del paro y muchas de ellas no reciben ya ningún tipo de prestación por desempleo. Ese es el caso de la alcaldesa de Gata de Gorgos, la popular Ana María Soler, quien no se avergüenza de reconocer que en estos momentos sobrevive de las «arcas familiares», ya que no tiene asignado un sueldo como primera edil.
«Como si fuera una estudiante, vivo de mi madre», admite Soler con toda sinceridad. Se apuntó al paro en junio de 2011 y desde entonces «aún no me han llamado ninguna vez», comenta la alcaldesa.
En septiembre del pasado año se le acabó finalmente la prestación por desempleo y ha tenido que acudir a la familia para salir adelante. Pese a que el panorama laboral es «complicadísimo», no deja buscar trabajo para conseguir una fuente de ingresos para subsistir por sus propios medios.
La alcaldesa, que gobierna en minoría, solo cobra indemnizaciones del Ayuntamiento de Gata que son una cantidad mínima. Al comienzo del mandato, hace dos años, decidió apuntarse al INEM cuando la oposición, integrada por socialistas y nacionalistas, intentó bajarle el sueldo a casi mil euros.
Desde entonces, Ana María Soler espera que ambos grupos le asignen un salario similar al que le asignaron a su antecesor, aunque prefiere no entrar el tema y que sea la oposición la que dé el paso.
A pesar de esa divergencia, la primera edil de Gata recalca que tiene una buena relación con los líderes de los dos grupos y que el trato es cordial. La cuestión del sueldo es algo aparte.
Se toma con buen humor la situación económica por la que atraviesa. Incluso bromea y explica que ahora con el buen tiempo ha decidido desplazarse con «mi descapotable», que no es otro vehículo que su bicicleta.
Ana María Soler asegura que la escasez de ingresos no mengua sus ganas de trabajar por el pueblo y no baja su moral y entrega. «Tengo un compromiso y una gran responsabilidad con todos los vecinos y los voy a cumplir», recalca con firmeza.
En el ecuador de la actual legislatura, la munícipe hace hincapié en que el gobierno local y todos los ediles de la Corporación de Gata están llevando una buena trayectoria y «estamos sacando buen rendimiento a la gestión». Sabe que queda mucho por hacer, aunque resalta que se ha avanzado mucho en los grandes problemas que el consistorio tenía por delante.
Plan General
Un ejemplo de ello es, según apunta la alcaldesa, el Plan General de Gata de Gorgos. Para Ana María Soler «el planeamiento es el futuro del municipio» por ello se están manteniendo diversas reuniones sectoriales para explicarles a los distintos colectivos de la localidad las posibilidades que existen.
El paso más complicado será el de «recoger en el documento las alegaciones» que surjan a raíz de las reuniones. No obstante, la alcaldesa insiste en que es «un éxito» el trabajo que se están desarrollando en esta materia para tener el mejor planeamiento urbanístico.
Otro de los aspectos difíciles es el situación económica, pero esta vez de las arcas municipales. Sin embargo, Soler señala que poco a poco y con esfuerzo «se está estabilizando» y que no han tenido que recortar servicios ni subir impuestos.
Un proyecto que parece llegar a su fin de una vez es Gata Residencial. El ayuntamiento asumió la responsabilidad urbanizadora y, según avanza Ana María Soler, antes de que acabe el año se recepcionará. Es tal su confianza al respecto que asegura que «el 98% podría estar para el 16 de agosto».
Soler espera que en poco tiempo acabe la «pesadilla» que ha supuesto este complejo residencial y que, una vez terminado, ofrecerá «calidad de vida» y generará trabajo.
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