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REDACCIÓN
Miércoles, 19 de junio 2013, 02:10
El primer pleno después de la polémica por la moción de censura, que no prosperó, en Tavernes se saldó con un tono afable, aunque no faltaron los dardos envenenados que se lanzaron gobierno y oposición.
En el pleno se eliminó la Junta de Gobierno, un órgano que se aprobó en esta legislatura y por el que pasaban una gran cantidad de puntos que dejaban de votarse en pleno. El ejecutivo argumentaba que se trataba de una herramienta legal para dar «más agilidad a la gestión municipal» y la oposición consideraba que era «un recorte a la democracia al no permitir a la oposición participar de la toma de decisiones».
La propuesta de eliminar la Junta de Gobierno se propuso por urgencia en la sesión. El propio alcalde, Jordi Juan, se adelantó a los hechos y antes de votar la urgencia ordenó al secretario que en el próximo pleno se recogiera esa petición. Juan aseguró que era comprensible que se eliminase la Junta de Gobierno al estar en minoría. Manolo Vidal, portavoz del PP, aseguró que no pondría impedimentos a esa decisión de la alcaldía, pero le recordó al alcalde que lo normal sería seguir el proceso ordinario para destituir las funcione s dela Junta de Gobierno.
La sesión comenzó ya con cierta crispación en el punto de aprobación del acta del pleno de 29 de mayo en el que se llevaba la moción de censura. PSPV y Compromís-Bloc, los dos miembros del gobierno, indicaron que el pleno no era el órgano adecuado para decidir si un concejal debía pertenecer o no a un grupo político en relación a la votación unánime que se produjo en Tavernes cuando la corporación aceptó las medidas cautelares judiciales que pedían la reincorporación de Karina Vercher al grupo municipal de EU.
Los populares no aceptaron que se modificase el acta. El pleno siguió y se aprobó por unanimidad una serie de trámites para permitir el pago de facturas pendientes a empresas y las subvenciones de varios clubes. La unanimidad se rompió cuando el gobierno presentó la nueva catalogación laboral del personal del Consistorio. Evarist Sansaloni, edil de Personal, defendió este punto y aseguró que se trataba de un tema pendiente des de 2009. Sansaloni aseguró que el funcionariado esperaba esa aprobación «con ilusión».
Karina Vercher y el PP manifestaron que no habían tenido tiempo para estudiar los casi 199 folios del dictamen y pedían que el punto quedara sobre la mesa. La opción de dejar el punto sobre la mesa no prosperó y se votó. La oposición, con sus nueve votos, tumbó la propuesta del gobierno que ahora está en minoría.
Es la primera vez que en esta legislatura no prospera por votación un punto presentado por el ejecutivo. El gobierno veía necesario votar este catálogo, pero no accedió a dejar el punto sobre la mesa a sabiendas que iba a ser votado en contra. Hubo cordialidad en los temas más convencionales, pero cada bando mostró sus cartas para los próximos meses. Lo mejor de la sesión fue que gobierno y oposición se comprometían a pactar unos presupuestos para Tavernes de forma conjunta.
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