«El IVAM ha perdido la consideración de la sociedad valenciana»

La decana de la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de Valencia (UV) asegura amar la docencia. Sigue investigando y defiende ese camino (el de invertir en la formación) como el único posible para salir de la crisis. Esta semana estuvo en Roma. A principios de mes se incorporó al Consejo Rector del IVAM. Da la sensación de que se esfuerza por guardar cautela sobre el museo, pero también por no mentir.

-¿Le dicen mucho eso de qué joven es usted para ser decana?

-Sí, bastante.

-¿Y le molesta?

-No, te acostumbras.

-¿El alumno que inicie la carrera en su facultad y obtenga similares méritos académicos que usted podrá optar a sucederla como decana o tendrá que buscarse la vida en Alemania?

-La preocupación de los que tenemos un cargo de responsabilidad como es mi caso es muy grande al ver que se están paralizando las promociones en la Universidad, que intenta mantener y formar a los jóvenes talentos. Eso no quiere decir que no deban estudiar fuera de España, pero para eso hay instrumentos dentro de la universidad, o los había, porque ahora mismo es complicado nutrir de jóvenes que alicienten la investigación. Nos va a costar mucho recuperarnos de la marcha de esos profesionales a otras sociedades, a otros países y a otras economías. Sólo a través de la ciencia, el avance tecnológico y la cultura saldremos de la actual situación.

-Desde 2001 participa en investigaciones e imparte clases relacionadas con el patrimonio. ¿Qué le parece la gestión que se hace en este ámbito desde la Generalitat?

-Tiene luces y sombras. Se realizó un gran esfuerzo para tener una base de datos completa. Se ha realizado una buena labor de conservación. Pero hay mucho que hacer y seguir avanzando. Hay que evitar que se pierda el patrimonio por desinterés, desidia o intereses especulativos. Cuando uno acude a las localidades valencianas se da cuenta de que su población ni conoce ni le da importancia a su patrimonio cultural. La Universitat de Valencia (UV) también tiene responsabilidad en eso, en que se difunda el conocimiento.

-¿Por qué se ha incorporado al Consejo Eector del IVAM?

-Fue una decisión meditada, me lo pensé mucho. Entiendo que mi nombramiento como vocal es en representación de la Universitat.

-¿Quién le ofreció el cargo?

-Desde la Conselleria de Cultura, pero oída la UV, que yo creo que es una institución que debe estar representada en estos ámbitos de gestión. Esta facultad tiene asignaturas, másters y, sobre todo, alumnos que se forman aquí pero también en ese museo, donde hay un personal de altísima calidad, excelente, y tenemos una cátedra en colaboración el IVAM, la de Ignacio Pinazo.

-Pues desembarca en un momento complicado.

-Lo sé. Sé que soy una minoría y en ocasiones me causa una cierta incomodidad, pero creo que hay que estar en este tipo de organismos para defender lo que piensa el mundo universitario.

-¿Una minoría en qué sentido?

-Dentro del mundo de la cultura somos pocos los representantes y me gustaría que hubiese más miembros de ese ámbito. Vamos a ver la trayectoria que sigue. No se deben hacer valoraciones a priori.

-¿Le han hecho notar que es una minoría, o cree que lo harán?

-No, y me gustan los retos. Tengo proyectos que tienen que ver con la universidad. Sé cómo funcionan otros museos y creo que debe converger las acciones universitarias y las de instituciones como el IVAM.

-¿Se ha politizado el Consejo con los últimos cambios?

-El ser humano es un ser político. Todos tenemos nuestras ideas, pero eso no significa que eso interfiera en todo. Es necesario un consenso social en la defensa de la cultura y de nuestros artistas. Los anteriores miembros del consejo, como Tomás Llorens, tienen mi aprecio y admiración. Pero en este consejo me siento una minoría, ya le digo.

-¿Considera que el Consejo Rector es un instrumento decorativo?

-No tengo trayectoria para hablar sobre eso. Sobre lo que he podido saber de la futura programación del IVAM, me gustan proyectos como la exposición 'Sustratos', o la colaboración con las galerías valencianas. Ese es un camino por el que avanzar, sin olvidarnos de su proyección internacional.

-¿Qué le parece la gestión del IVAM en los últimos años?

-Es un ente importante para la sociedad valenciana, es uno de nuestros buques insignia. A lo largo de su trayectoria ha logrado un gran prestigio internacional y podríamos decir que en los últimos años lo ha mantenido.

-¿Podríamos decirlo o lo decimos?

-Lo decimos... (duda y respira hondo antes de continuar)... El IVAM ha consolidado su prestigio porque cuenta con altísimos profesionales, y ése es su gran activo. Yo no creo que haya perdido prestigio internacional, sino que ha perdido la consideración de la sociedad valenciana y eso hay que mejorarlo. No puede vivir de espaldas a la ciudadanía con la que convive, pero no sólo el IVAM, hay otras instituciones museísticas en similar situación.

-¿Como el San Pío V?

-Mi opinión como profesional, y es la que yo defiendo en clase, es que todo museo debe tener una dirección científica, al margen de que tenga un gerente o un director ejecutivo. Porque son instituciones que además de exhibir obras deben realizar una labor de investigación.

-¿Hay una dirección científica en el San Pío V?

-Ahora mismo creo que no.

-¿Se puede mejorar eso?

-Sí. La cultura valenciana siempre ha estado vilipendiada y hay que hacer un esfuerzo por entender que hay que invertir en cultura, porque es un activo económico y social, de desarrollo. Las instituciones museísticas siempre han vivido en un estado precario en cuanto a presupuestos y personal. Nunca han nadado en la abundancia.

-Pues ahora, con esta crisis...

-Pues eso, por eso considero preocupante que se estén formando a profesionales en esta universidad, de donde han salido directores del Reina Sofía como Manuel Borja-Villel, o de la Tate Gallery como Vicente Todolí, y que no tengan sitio, espacio, en la red cultural valenciana.