Los museos se agrietan
El mantenimiento es mínimo y los visitantes encuentran desperfectos en el IVAM, San Pío V, la Beneficencia, Tossal y Almoina, entre otros Filtraciones, desconchados y pintadas en las paredes salpican los centros de exposición valencianos
BURGUERA
Domingo, 14 de julio 2013, 12:43
Como en el tópico sobre el éxito, que lo difícil no es llegar, sino mantenerse, la red de museos valencianos se ha consolidado (incluso desde el Consell Valencià de Cultura se ha declarado que no estaría de más agrupar algunos «museítos») pero en tiempos de dificultades económicas comienza a prodigarse la aparición de filtraciones, desconchados, pintadas, grietas y desprendimientos inquietantes.
La explanada del IVAM está de mírame y no me toques, el edificio del Centro Cultural de la Beneficencia se está pelando, la fachada histórica del San Pío V está mallada mientras que en la parte moderna se ensayan pintadas a pesar de las cámaras de seguridad, la Almoina no es capaz de resolver las filtraciones de la dichosa lámina de agua sucia y los cristales de la galería del Tossal se utilizan como un folio en blanco por parte de los grafiteros.
Los recursos siempre son limitados, pero en tiempo de crisis la escasez ha supuesto que se aborde el verano, la temporada alta turística, con buena parte de los centros expositivos valencianos a la espera de una buena sesión de chapa y pintura.
5.000 euros por museo
Lo más cercano a una reacción ante el agrietado panorama museístico es el anuncio emitido hace diez días por la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, a través de la Dirección General de Cultura, que convoca ayudas para museos y colecciones museográficas permanentes reconocidos por la Generalitat Valenciana.
Este año, además, los bienes muebles también podrán ser destinatarios de las ayudas de la Generalitat. El importe total es de 100.000 euros, no pudiendo exceder cada entidad solicitante la cifra de 5.000 euros.
Las arcas culturales no pasan por un buen momento. Las pintadas en el San Pío V (de propiedad estatal y gestionado por la Generalitat), la segunda pinacoteca del país, llevan semanas expuestas como si fueran algo más allá que una serie de chuscos números afeando las paredes. La pintura que cubre la fachada de la Beneficencia (centro cultural de la Diputación de Valencia) se agrieta desde hace meses, una degradación que con la llegada del calor se hace más evidente y que se prolonga a lo largo de un centenar de metros. La urbanización perpetrada en la plaza de la Almoina continúa generando problemas inversamente proporcionales a la sombra dispuesta para que los visitantes se protejan del sol veraniego: la falta de un entoldamiento confortable es tan clamorosa como las filtraciones en el estanque, que obligaron a vaciarlo de agua en abril y así sigue, con unas vallas amarillas para evitar, además, que a alguien se le ocurra pisar sobre la lámina, el cristal ceda y el imprudente acabe estampado contra el pavimento de la Valencia fundacional que se exhibe en el Centro Arqueológico de la Almoina (de gestión municipal). El abandono que sufre la Galería del Tossal (también competencia del Ayuntamiento) ha convertido su entrada acristalada en una especie de muro para grafiteros, un imán de suciedad al que nadie pone solución.
En el servicio de mantenimiento del IVAM tienen conocimiento de los desperfectos del exterior del recinto y la pasada semana adelantaron a LAS PROVINCIAS que con motivo del 25 aniversario de la pinacoteca, que se cumple el próximo año se procederá a actuar sobre la desgastada explanada. Para celebrar la efemérides, desde el museo pretenden reparar los daños de cara a 2014. Para aquella fecha se restaurarán los daños de la entrada y se aprovechará para hacer otros retoques en el interior del inmueble.
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