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E. G. F.
Miércoles, 24 de julio 2013, 03:05
La sentencia dictada por una juez de Alicante, que obliga a la Conselleria de Educación a mantener a un alumno con síndrome de Asperger en su centro escolar y asignarle un docente cualificado en Educación Especial y Pedagógica, marca un antes y un después en la labor que lleva a cabo la Asociación Asperger Alicante (Aspali).
En concreto, esta asociación vela por los niños con el denominado síndrome de Asperger, una variante de autismo con unas características muy especiales. Al frente de Aspali se encuentra Ezkarne Carazo, que al conocer la sentencia del juzgado de lo Contencioso-administrativo manifestó que «se trata de un gran paso adelante para nuestra labor». «Desde hace año y pico estos padres mantenían la lucha por la educación de su hijo y esperemos que sirvan de ejemplo, ya que la sentencia es pionera en la provincia y servirá para ayudar a otros niños», comentó.
Sobre el síndrome de Asperger, la presidenta de Aspali concretó que «pese a ser una forma de autismo, tiene características especiales». Estos niños tienen una difícil relación social. Pueden mantener conversaciones, pero «les cuestan las que se producen en grupos». Su atención es restringida y «no suelen tener retraso intelectual», añade la presidenta.
Finalmente, expresó que «esta medida deber ayudar a muchos niños que no tienen la misma suerte».
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