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ENEAS G. FERRI
Miércoles, 24 de julio 2013, 09:54
Una juez de Alicante ha dictado sentencia a favor del padre de un niño autista que pidió que su hijo adoptivo no fuera trasladado de su centro escolar por las repercusiones perjudiciales que tendría el cambio, lo que ha provocado que la Conselleria de Educación derive a un profesor específico al centro en el que cursa los estudios, el Colegio San Fernando de Alicante.
En concreto, la sentencia, pionera en la provincia, obliga a la administración a dotarlo con un Maestro de Educación Especial de Pedagogía Terapéutica en aras de cumplir con el derecho del alumno a la educación. Este padece síndrome de Asperger, un tipo de autismo que dificulta las relaciones sociales con el resto de niños, entre otros síntomas.
Según recoge el texto judicial, han sido dos las cuestiones que se han tenido en cuenta. Por una parte, cita el informe de una psicóloga que «desaconseja» el traslado a otro centro porque «le desestabilizaría y le supondría una importante regresión». Además, la juez argumenta que el CEIP Santo Domingo, al que Educación pretendía destinar al joven, «superaba la ratio de alumnos para el profesorado capacitado».
Tomando estos dos motivos principales y otros relacionados con su situación personal, como que en el centro tiene un grupo de amigos, acuden sus hermanas y está cerca de su domicilio, la juez explica que, en palabras de la psicóloga, desplazarlo «sería absolutamente perjudicial». Además, mientras ha estado escolarizado en el colegio San Fernando «ha experimentado una evolución muy favorable y muy significativa». Con esta resolución, el centro queda obligado a solicitar cada año los servicios de un Maestro en Educación Especial y la conselleria a destinárselo.
La sentencia culmina el proceso llevado a cabo por Rafael Ardavín, padre de acogida del niño, que vivió unas semanas de incertidumbre en septiembre de 2011 cuando el colegio cerró las puertas al alumno porque, según manifestó este, «no estaba en las listas». Además, existía un informe psicopedagógico que proponía el cambio de escuela, recomendación que aceptó Educación.
Los tutores legales decidieron llevar el problema a la justicia, lo que provocó que se dictaran medidas cautelares, como la permanencia del niño o que se dotara al centro de un docente especialista para atenderlo, un refuerzo provisional que con el fallo deberá tener continuidad.
«Es una gran alegría y una satisfacción muy grande. Se ha hecho justicia porque nuestro hijo ha mejorado muchísimo», destacó Ardavín. «Es un paso adelante tanto para nuestra familia como para la Asociación Asperger Alicante, que lucha para que nuestros hijos tengan las condiciones de educación que merecen», sentenció, antes de recordar que el fallo pone de manifiesto el error de trasladar al alumno.
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