«La vida de mi niña está en Valencia, no en Guinea»

El drama que sufren los niños con la ruptura de sus padres es aún mayor cuando esos progenitores están enfrentados y viven en lugares distantes. Es lo que le sucede a una niña de 12 años hija de un vecino de Torrent de 66 y de una guineana en situación irregular en España. Su padre, de nombre José Antonio, asegura sentirse «indignado y desesperado» por una resulución judicial que le obliga a retornar el martes a la niña a Guinea Ecuatorial junto a la madre.

«La vida de mi hija está en Valencia, no en Guinea. Esto es una locura. Se ha criado y educado en España. Ella es valenciana y no sé cómo va a vivir allí, desarraigada y con medios mucho peores. Ahora mismo ni siquiera sé dónde está su madre o dónde reside», lamenta junto a una mesa repleta de denuncias y resoluciones judiciales. El hombre está dispuesto a denunciar a la jueza al considerar que su decisión es «arbitraria» y «puede cambiar a peor la vida de la niña ya para siempre».

José Antonio y la madre de la niña nunca llegaron a casarse. Su relación sentimental duró aproximadamente once años. Cuando eran pareja de hecho nació en Valencia su única hija. Pasado ese tiempo, se produjo una ruptura que, lejos de ser amistosa, estuvo plagada de acusaciones y denuncias mutuas.

Actualmente el futuro inmediato de la menor está regido por una sentencia emitida por un juzgado de primera instancia Torrent. El dictamen llegó tras el desacuerdo entre los padres sobre dónde debía debía residir la adolescente. Siempre según la versión del progenitor, «lo que me parece muy grave es que nadie le ha preguntado a ella, pues yo creo que ya tiene suficiente edad para decidir», considera el vecino de Torrent, que tiene ahora la esperanza puesta en un nuevo juicio a finales de septiembre «para decidir un cambio de medidas».

En situación irregular

En su razonamiento, la jueza que autoriza el traslado de la niña a Guinea considera «amparado» el deseo de la madre de establecer su residencia en el país africano. «Máxime cuando su situación en nuestro país es irregular», describe. Actualmente es ella quien posee la guarda y custodia y la menor ya ha estado en el país africano entre septiembre y julio. Tras pasar unas semanas de vacaciones con su padre, es ahora cuando debe retornarla.

La magistrada de Torrent llega a admitir que el cambio de residencia de la niña «podría comportar un cambio radical en su entorno social y parental con problemas de adaptación». Sin embargo, cree que la madre es «la progenitora más idónea en interés de la menor» y en su país «puede proporcionarle una mayor estabilidad». Argumenta que la guineana «no tiene trabajo estable en España y vive de la ayuda que le presta su hermano».