Educación pagará las becas de libros de 2011, pero deja en el aire las del pasado curso

La Conselleria de Educación ha pagado este verano 20 millones de euros a los centros educativos para gastos de funcionamiento, mientras que en los próximos quince días espera abonar las ayudas directas a las familias para libros de texto, que ascienden a 11 millones de euros.

Así lo anunció ayer la consellera de Educación, María José Catalá, quien precisó que en estos momentos está pendiente de pagar a los centros educativos el equivalente a unos cinco o seis meses de media de gastos de funcionamiento, así como 11 millones en ayudas a las familias para libros de texto, y 4,6 millones de euros a los libreros.

La consellera mostró su deseo de que la «normalidad impere en el sector educativo» en este comienzo de curso, y reivindicó que su departamento se ha centrado en hacer efectivo el pago de ayudas pendientes, con el fin de que las «cosas sean un poco más fáciles».

Preguntada sobre si se van a convocar nuevas ayudas para la adquisición de libros de texto, manifestó: «No es coherente hacer nuevas convocatorias sin hacer el pago de las ayudas que hay pendientes».

No obstante, la Conselleria prepara una partida para «situaciones de mayor dificultad» y que ninguna familia se vea imposibilitada para comprar los libros al inicio de curso. Según afirmó, la cantidad que se destinará a esa partida será «totalmente distinta» a la que se dedicaba anteriormente a las ayudas a libros de texto, porque las necesidades «han cambiado absolutamente». Añadió que una de sus máximas prioridades, y que no puede dejar de atender, son algunos servicios complementarios, como el comedor y el transporte escolar, mientras que la orientación que han dado a la adquisición de material escolar ha sido pagar las ayudas pendientes de otros años e introducir tabletas digitales.

«Lo principal es que el curso se inicie con toda la plantilla organizada, que lo está; con la necesaria liquidez para afrontar ese inicio de curso, que entiendo que así es, y con la organización oportuna del servicio fundamental, que es el servicio educativo», manifestó. Catalá se mostró convencida de que con el pago de la deuda que se ha hecho este verano a los centros públicos y a los institutos -el último a finales de agosto- «será factible que no haya dificultades» en el inicio de curso, y ha aseverado que siguen trabajando para pagar lo que se adeuda.

La consellera se mostró dispuesta a reunirse con los libreros, desde la colaboración y la voluntad de trabajar codo con codo, si bien su «máxima preocupación son las familias y los niños».

Este nuevo anuncio no ha sido bien acogido por los padres, que se preguntan cuándo pagarán las ayudas de libros del pasado curso y que ascienden a 26 millones y lamentan la supresión de la convocatoria para este año. «Está bien que paguen la deuda de hace dos cursos, pero todavía deben la del pasado y están anunciando ahora otra partida que seguro que será menor de siete millones, cuando los padres ya tenemos que comprar los libros», lamentó el presidente de la Fapa Gabriel Miró de Alicante, Ramón López, quien se preguntó a quién beneficiará y dónde se tiene que pedir.

López recordó que desde hace dos años ha habido un recorte económico muy importante y que de los 42 millones de hace dos años se ha pasado a siete en este curso. «Estamos hablando de una partida que será inferior a siete y todavía no sabemos nada», insistió.