

Secciones
Servicios
Destacamos
ALEJANDRO MARTÍ
Jueves, 12 de septiembre 2013, 15:35
Dos personas detenidas, la provocación del nacionalismo catalán a la Comunitat Valenciana al reclamar que pase a formar parte del proyecto independentista y cinco horas con el tráfico cortado en la N-340. Ese fue el balance de la cadena humana catalana que, finalmente, obtuvo la autorización del TSJ y llegó ayer hasta la localidad valenciana de Vinaròs, aprovechando la Diada catalana.
Los dos detenidos fueron el exdiputado catalán Alfons López Tena de Solidaritat per Catalunya -el expartido de Joan Laporta- y Maiol Sanaüja, director del Círculo de Estudios Soberanistas. A ambos se les atribuyó «desobediencia a la autoridad», según confirmaron a este periódico fuentes de Subdelegación del Gobierno de Castellón. Hoy el juez les ha imputado un delito contra el orden público.
La detención se produjo al final del acto -pasadas las 17. 30 horas- y ya en territorio de la Comunitat Valenciana. Tal y como detallaron las mismas fuentes, la Guardia Civil hizo cumplir con la extensión de la cadena humana que constaba en la petición de manifestación (400 metros). Desde este punto, los agentes de la Benemérita «invitaron» a los participantes a que siguieran la cadena humana pero en el arcén y no en la N-340. Siempre según las mismas fuentes, los dos hombres se negaron y empujaron a un agente, sin querer identificarse. «Es más, gritaban 'detenedme'' a los agentes», según la subdelegación del Gobierno. Por ello fueron introducidos dentro de un furgón de la Guardia Civil y al negarse a dar sus nombres, fueron conducidos al cuartel de Vinaròs.
La reacción de los manifestantes a las detenciones fue sentarse en la N-340 frente a los antidisturbios. Una de las portavoces de la cadena independentista aseguró que las detenciones se producían «sin cargos» y que se los llevan porque no había « máquina para registrar sus huellas dactilares». A los dos detenidos se les abrieron diligencias y se les dejó en libertad una hora después.
Momentos antes, la cadena humana tomaba forma justo en el punto en que se acaba la provincia de Tarragona y comienza la de Castellón, a la altura del río Senia. Sobre el puente, los artistas Lluís Llach y Carles Santos se unían de las manos en ambas provincias, acompañados del también artista y cineasta Pere Portabella, los padres de Guillem Agulló -el joven independentista valenciano asesinado en 1993 en Montanejos- y del exdiputado catalán de Esquerra Republicana, Carod Rovira.
El exidirigente catalán aprovechó el acto que quería ensalzar «la cultura común» para reivindicar que «el proyecto nacional catalán incluya la unidad dels Països Catalans». Rovira utilizó la 'provocación' del nacionalismo para acercarse hasta el punto inicial de la manifestación, si bien no llegó a acceder a la provincia castellonense.
El acto independentista contó con la presencia de cientos de personas ya que ni la propia organización supo determinar con exactitud el número de asistentes. Al menos desde la Comunitat Valenciana llegaron más de 1.500 personas a la capital del Baix Maestrat pero, como reconoció Toni Gisbert, secretario de Acció Cultural del País Valencià, «el intento de prohibición del Gobierno provocó un efecto multiplicador». En todo momento, la organización aseguró que se trataba de un acto «en defensa de la financiación, de las infraestructuras, la reciprocidad entre Canal 9 y TV3 y de la cultura común».
Los incidentes que se registraron en el término de Vinaròs contrastaron con la tranquilidad registrada en la provincia de Tarragona. De hecho, mientras en esa localidad apenas se vio a Mossos d'Esquadra, en el término de Vinaròs se pudo ver un gran despliegue de agentes y de antidisturbios, que sólo permitían a los manifestantes ocupar un carril de la N-340 alegando motivos de seguridad.
Països catalans
Banderas independentistas, lemas de «no queremos un país ocupado» o «desde Valencia queremos la independencia» se quedaban en el término de Alcanar, si bien hubo un momento en que se desplegó una gran bandera estelada entre ambos territorios, mientras se escuchaba la 'muixeranga' y los tambores resonaban.
El hecho de que ayer fuera un día festivo en Cataluña hizo que fueran decenas las familias enteras que acudieron al acto reivindicativo y no pararan de fotografiarse ante lo que calificaban como «un paso más en defensa dels Països Catalans» y un «momento histórico».
En la parte de Alcanar eran muchos los que aseguraban estar «en una fiesta». Abrazos, lágrimas y banderas catalanas llegaron a darse cita sobre el río Senia que une ambas comunidades autónomas.
La manifestación obligó a cortar la N-340, la principal vía de comunicación, durante más de cinco horas, provocando serias retenciones. Ya desde el inicio de Vinaròs se cerró al tráfico la carretera y sólo se permitió el paso a los manifestantes que llegaban en autobuses, bicis y coches particulares y a los medios de comunicación.
De forma paralela, en la localidad de Vinaròs unas 20 personas se manifestaron en la plaza Parroquial en defensa de «una lengua y una Comunitat».
Por último, la casualidad quiso que ayer el Ayuntamiento de Vinaròs anunciara públicamente que una de las plazas del centro y que no tenían nombre todavía pasaba a llamarse plaza de España. Ese fue el lugar escogido por los miembros de Nuevas Generaciones -la organización juvenil del PPCV- para llevar su caravana con la Senyera y banderas de España en respuesta al desafío nacionalista, y que durante la jornada recorrió la Comunitat Valenciana.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Iván, el depredador sexual de Valencia que nadie vio venir
Javier Martínez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.