El Servef deja sin usar el 74% de su presupuesto para fomento del empleo

El número de parados registrados en la Comunitat Valenciana el pasado mes de agosto superó los 573.000. Una cifra insostenible, que obliga a todas las administraciones públicas a situar como su primera prioridad la creación de empleo. Los presupuestos públicos incorporan partidas para combatir esta lacra. Pero, ¿son reales esas cifras? ¿Se gasta en crear empleo todo lo que se presupuesta?

La cuenta general de la administración autonómica correspondiente a 2012 demuestra que no. El Servef, el ente de la Generalitat que se encarga de las políticas dirigidas a combatir el desempleo en la Comunitat, dedicó 153 millones, de los 227 de su presupuesto, al programa de Fomento del Empleo. Se trata, obviamente, del programa estrella del Servef, la gran apuesta de esta entidad: inyección económica para promover la creación de puestos de trabajo.

Los 153 millones están presupuestados. Pero la realidad es que el capítulo dedicado a la ejecución del gasto público refleja que sólo se han comprometido 59 millones -la primera fase contable para disponer de forma efectiva del dinero-, y que la decisión presupuestaria de gastar ese dinero (lo que se conoce como 'obligación reconocida neta'- afecta a sólo 41 millones de euros, es decir, al 26% del presupuesto total. Dicho de otra manera: el otro 74% del presupuesto, unos 112 millones de euros, ni se han gastado ni se han realizado las operaciones necesarias para invertirlo o transferirlo a otras administraciones para que lo dediquen a mejorar las condiciones para la creación de empleo. La cifra de pagos todavía resulta más sangrante: de esos 153 millones, el Servef llevaba pagados a 31 de diciembre de 2012 sólo 6 millones, un paupérrimo 4% del total.

La fotografía que la cuenta general hace de la situación financiera del Servef a 31 de diciembre de 2012 es la de una entidad que arrastra serios problemas financieros. Una circunstancia grave en cualquier firma pública, pero que lo es más si se trata de la encargada de canalizar las ayudas públicas para la creación de empleo -sea de forma directa, o mediante transferencias a otras administraciones públicas-.

En este último capítulo, el de ayudas a mancomunidades o ayuntamientos, la realidad también resulta preocupante. El capítulo de obligaciones de presupuestos cerrados -es decir, compromisos de pago correspondientes a ejercicios económicos anteriores- revela que el Servef adeuda todavía un total de 20 millones de euros correspondientes al presupuesto de 2010. La cifra, a 1 de enero de 2012, era de 32 millones pendientes de pago (correspondientes a ese 2010), de manera que ese atraso sólo se ha visto reducido en algo más de un tercio.

Que dos años después todavía se adeuden 20 millones de euros -con lo que supone para administraciones que presupuestan esas ayudas y luego no las reciben- resulta casi más significativo que el hecho de que los atrasos correspondientes al año 2011 asciendan a 138 millones de euros. Y que, por ese motivo, el total de obligaciones pendientes alcance los 158 millones de euros.

Una cifra importante -superior incluso a la destinada en 2012 al fomento del empleo- pero por la que todavía hay que felicitarse. Porque el mismo concepto, el de obligaciones de presupuestos cerrados, se situó a 1 de enero de 2012, por encima de los 293 millones de euros. Es decir, durante el pasado ejercicio presupuestario el Servef logró rebajar a casi la mitad las deudas que arrastra de ejercicios anteriores. Pero, claro está, esa circunstancia le obligó a no poder atender todos los compromisos de ese mismo año.

Transferencias corrientes

La cifra correspondiente al ejercicio 2010, esos 20 millones de euros aún pendientes de pago, resulta más sangrante todavía si se analiza su origen. Es decir, cuáles son las partidas que han dejado de financiarse. Un total de 9,5 millones pertenecen a la partida de fomento del empleo. Los otros 10,5 millones, a la de formación para el empleo. En ambos casos, el capítulo IV, de transferencias corrientes, es el que se ve más afectado. Y eso significa que ese dinero responde a una ayuda o subvención que el Servef debería de haber remitido a otra administración pública y que, sin embargo, no ha llegado.

Del presupuesto de 2011, del que faltan por atender compromisos de pago que alcanzan los 138 millones de euros, son estos dos mismos programas -fomento del empleo y formación para el empleo- los que sufren la falta de financiación. En el primer caso, se adeudan 89,4 millones de euros. En el segundo, otros 42 millones. El capítulo de transferencias corrientes vuelve a ser, como en el ejercicio de 2010, el más afectado.