Profesionales en la parrilla de televisión

Hubo una época en que los concursantes contestaban preguntas en el 'Un, dos, tres' para hacerse con el apartamento en Torremolinos. Algunos acertaban 'El precio justo' del escaparate final, o se aproximaban a la cuantía, y volvían a casa con una embarcación de 4,86 metros de eslora y 1,79 metros de manga valorada en 1.700.000 pesetas. Y los conocimientos enciclopédicos tenían su recompensa en metálico en 'El tiempo es oro'. Pero los concursos de la pequeña pantalla han cambiado. Y mucho. Del 'Cesta y punto' de la década de los 70, en blanco y negro, no queda rastro. Ahora no se juega por dinero, al menos, no exclusivamente. Los concursantes buscan en la pequeña pantalla ganar visibilidad y popularidad, relanzar una firma, engrosar su currículum, fortalecer su negocio, oportunidades laborales, etcétera. La caja tonta ya no es lo que era, ni tan siquiera es tan tonta. Hoy, los más listos y arriesgados, la utilizan como una herramienta profesional más.

Así lo hicieron María Cózar y su socio Eric Wurfl, que se embarcaron en 'Código Emprende' de La 1 «para aprender y para mejorar nuestra empresa, que nació en 2011». Los responsables de la firma de moda María Cózar Couture no buscaban los 100.000 euros de premio: «Cuando presentamos nuestra candidatura no sabíamos que había una recompensa económica tan suculenta para el ganador». Alrededor de 2.000 candidatos concurrieron a este 'concurso docu-reality'.

«El programa es una gran oportunidad de conseguir dinero y publicidad, pero lo que más valoramos es sin duda los conocimientos que hemos adquirido para dirigir la empresa», confiesa la diseñadora, cuyo referente es Elie Saab.

Antes de participar en el espacio de TVE, los emprendedores valencianos confiesan que no se sentían fuertes en la gerencia de la empresa. Ahora han tomado nota de los consejos del asesor Carles Torrecilla. De momento, ya saben que «no es suficiente con ser bueno en tu trabajo, sino que tienes que hacérselo ver a los demás; también hemos aprendido a delegar. Y nos hemos hecho amigos de los concursantes», explican.

Para María, que procede de una familia de modistas, su sueño es su marca. A la hora de aceptar la invitación de 'Código Emprende', valoraron la posibilidad de salir esquilmados. «Fue una apuesta. Éramos conscientes del riesgo de exponernos a la pequeña pantalla y lo asumimos. Sabíamos que se podía trasmitir una imagen errónea de la firma y algunos enfoques no nos gustan pero estamos satisfechos con el resultado global», añade Eric.

A nadie se le escapa que la parrilla de televisión quema, aunque no a todos. Eso sí, la fama tiene contraprestaciones. Algunas de ellas comienza a saborearlas Begoña Rodrigo, chef y propietaria de La Salita. Su participación en 'Top Chef', el nuevo programa de Alberto Chicote, le está robando tiempo para su restaurante en Valencia. Begoña se encuentra más cómoda entre platos que en los platós. «Llevo más de ocho años cocinando y es ahora cuando intereso a todos. Mi mundo no es la televisión, sino mi negocio. A mí me interesa el restaurante y mis clientes», explica mientras un equipo de la pequeña pantalla rueda en su local y la fotógrafa de LAS PROVINCIAS capta las instantáneas del reportaje. La cocinera abandonó los estudios de Ingeniería Industrial por su verdadera pasión: los fogones. A 'Top Chef' no acuden cocinillas ni 'amateurs', sino profesionales de la gastronomía. ¿Para qué? En teoría para lograr 100.000 euros, economato para un año, una cocina equipada y la publicación de un libro de recetas.

Los 15 aspirantes, entre los que figuran tres ciudanos de la Comunitat, anhelan el premio, pero otros, como Bárbara Amorós van a vivir «la experiencia en primera persona». «Siempre he sido seguidora de este programa, lo seguía en Estados Unidos y me gusta la televisión», confiesa esta concursantes de Rocafort y fan de Julia's Child y Jamie Oliver.

Amorós es propietaria de la empresa de catering Bárbara Te Cocina y «nunca, nunca, nunca» ha querido tener un restaurante con su nombre. «Me gusta la libertad que tengo con mi empresa, algo que no me ofrece un restaurante. Disfruto trabajando para proyectos nuevos día a día y sin ataduras. He tenido muchas propuestas y nunca me he sentido tentada», afirma. Prefiere asesorar: fue executive manager del Sala y Sala One Nine de Nueva York. En Valencia, gestionó la apertura del restaurante de l'Oceanogràfic.

Bárbara Amorós y Begoña Rodrigo compiten por el galardón de 'Top Chef', pero guardan en silencio los secretos del programa. En la sesión fotográfica para el reportaje se saludaron amablemente e incluso la primera curioseó por los platos que supervisaba Begoña y elogió la decoración del local. Todo muy amigable, pero a la pregunta de cómo es la relación entre los rivales Bárbara responde: «Eso lo vais a ver muy pronto». Y tanto: este miércoles.

Beneficios para la cocina

¿Qué gana la gastronomía exponiéndose al circo televisivo? Dos respuestas. La primera: «Mucho. Nos humanizamos. El espectador tiene la oportunidad de ver cómo es la realidad de nuestra profesión y puede aprender muchas cosas viéndonos», relata Amorós. Ella particularmente ha aprendido varias lecciones de su paso por la pequeña pantalla: «Lo duro que es cocinar contra el reloj, la tensión de la competición, lo bonito que es el trabajo en equipo detrás de las cámaras... Los chefs y la gente de televisión somos muy parecidos, trabajamos con pasión».

La segunda respuesta: «Eso mismo me pregunté el día que tuve mi primera conversación con la productora del concurso. De hecho me hice dos preguntas: ¿se pone en valor nuestra cocina? y ¿se pone en valor la figura del cocinero? La respuesta a ambas fue sí y por eso acepté ser jurado de 'Top Chef', porque el programa va a ser positivo para la difusión de nuestra gastronomía». Quien así se expresa es Susi Díaz, jefa de cocina de La Finca (Elche), con una estrella Michelin y dos soles de Repsol.

Díaz, una maestra de las recetas que nunca olvida el primer día que se puso la chaquetilla de cocinera, defiende que la gastronomía ocupe horas y horas de la programación televisiva. «España tiene algunos de los mejores cocineros del mundo y el mejor restaurante del mundo. Es Patrimonio de la Humanidad por su dieta mediterránea y, a su vez, es uno de los países que menos espacios culinarios tiene en televisión. Era cuestión de tiempo que esto cambiara y es positivo para nuestra cocina. Si cada vez hay más niños que quieren ser cocineros, no creo que sea porque se subestime el esfuerzo, entrega y coraje que hace falta para entrar en esta profesión sino porque la figura del chef es más respetada día a día», argumenta.

Al margen de su participación en 'MasterChef' o en programas de Canal Cocina, Susi tiene claro que no colgará el delantal de La Finca. «Yo me seguiré levantando todos los días para seguir trabajando por la cocina, la gastronomía y mi tierra. Todo lo que venga a ayudarnos a remar en esa dirección, como más apoyo de la Administración, será bienvenido».

De su paso por 'Top Chef' destaca «la experiencia extraordinaria». Se ha granjeado nuevos amigos y lo que venga a partir de la emisión de las entregas, «será un regalo añadido». Y sí, es un jurado exigente y esa exigencia también la reclama en su local ilicitano.

Acompañando a Díaz en sus veredictos están los chefs Alberto Chicote y Ángel León. «Los dos eran buenos amigos míos antes de compartir programa y los tenía en muy alta estima. Lo he pasado en grande y con ellos me iría al fin del mundo», revela.

La propietaria de La Finca ha juzgado el trabajo de Begoña Rodrigo, Bárbara Amorós y también del castellonense Vicente Cubertorer, jefe de cocina de Moto GP.

El programa que presenta Juan Ramón Lucas ya tiene ganador. Por contrato, ninguno de los participantes puede revelar dicha identidad. Idéntica situación se registra en 'Top Chef'. La boca de los concursantes valencianos está sellada. El secreto se desvelará por entregas. La suerte está echada y grabada.