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Una historia con final infeliz
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Una historia con final infeliz

'El show de Joan Monléon' fue el primer gran éxito de una emisora que confiaba ahora en 'L'Alqueria blanca' para levantar su audiencia Canal 9 programó, en sus 24 años, espacios como 'Tómbola' o 'Carta Blanca'

MIKEL LABASTIDA

Miércoles, 27 de noviembre 2013, 14:57

Poco tenía que ver el informativo de anoche en la cadena pública valenciana, en el que los trabajadores ocuparon el plató para protestar por el cierre de la emisora, con aquel que presentó Xelo Miralles el 9 de octubre de 1989. Fue el primer rostro asociado a Canal 9, una televisión que nacía con la vocación de informar a todos los valencianos. Al menos esa era la intención, aunque no vaya a ser, precisamente, eso lo que más recuerden sus espectadores habituales.

Porque la parrilla de Canal 9 (en las últimas semanas Nou) quedará asociada para siempre a Joan Monleón y sus monleonetes, a Chabeli huyendo (con el cheque bajo el brazo, eso sí) del plato de 'Tómbola', a Bárbara Rey cocinando o a Cristina Tárrega separando a Nuria Bermúdez y Carmen Montenegro enzarzadas en una pelea durante la emisión de 'Debat Obert'. Son quizá los rostros más polémicos y grotescos de 24 años de programación, en los que también nacieron profesionales hoy muy populares como Nuria Roca, Inés Ballester, Rosana Pastor o Carolina Ferre.

El ente valenciano no nació exento de polémica. Amadeu Fabregat se ponía al frente de una emisora criticada por muchos por «resultar poca ambiciosa y por no apostar por las señas de identidad valencianas». En la pequeña pantalla se estrenan espacios como 'Fulles grogues', una mirada al pasado a través de personajes clave de la historia reciente, o 'Mirar un quadre', serie en la que se repasaban las obras más relevantes del museo San Pío V, pero el primer gran éxito que se gesta en las cocinas de Canal 9 tenía como chef a Joan Monleón, cantante y actor de Els Pavessos. Él logró conectar con el público con un magacín desenfadado que incluía concursos que han quedado en el imaginario colectivo como el 'A guanyar diners', en el que varias personas del público debían escoger una serie de huchas con premios escondidos o 'On sonen hui les nostres campanes', espacio en el que se tenía que adivinar en qué localidad se ubicaba un determinado campanario. Monleón consiguió meterse en el bolsillo a un público que esperaba entregado en casa, cada tarde antes del informativo, a que sonase el teléfono y una voz (muy, muy reconocible) le dijese «Saps qui sóc?» y le ofreciese la oportunidad de escoger uno de los ingredientes de una enorme paella que escondía cantidades de dinero.

Fue el primer hito de una cadena que en 1992 consiguió un 22'5% de cuota pantalla, su cifra media más alta, y ahora se despide con apenas un 4%.

La historia de Canal 9 no se escribiría sin rostros como el de Inés Ballester, que presentó el programa de reportajes 'T'en recordes?'; el de Nuria Roca, que debutó con 'La sort de cara' y después alcanzó gran éxito con 'Fem Tele'; el de Diego Braguinsky y Rosanna Pastor, que actuaban de Cupidos en 'Amor a primera vista'; o el de Paco Nadal y su célebre concurso 'Paco, Paco, Paco'.

Muerte en directo

Posiblemente el primer susto al que asistió en directo la audiencia de esta emisora fue a la muerte en directo del doctor Vicente Dolz en el espacio 'De bat a bat', presentado por María Dolores Bañón. Debatían sobre curanderismo cuando uno de los participantes sufrió un infarto y cayó desplomado. Los espectadores fueron testigos de este terrible suceso antes de que se cortase la emisión y se programase un capítulo de la serie 'Mike Hammer'.

Nunca después las consecuencias de lo que pasó en algunos programas de este canal fueron tan graves. Pero en más de una ocasión se pudo acabar en tragedia por el acaloramiento que alcanzaban los participantes de debates en los que Canal 9 se hizo experto. Entre los más controvertidos estaba 'Carta Blanca', que después pasó a llamarse 'Parle vosté, calle vosté', y que se caracterizó por la variedad de temas que en él tenían cabida, desde la infidelidad hasta los complejos por poseer unos kilos de más, pasando por problemas con la identidad sexual, afición por el juego o adicciones a la droga o el alcohol. Un abanico temático que lidiaba el periodista Josep Ramón Lluch. Entre los convidados para conversar (es un decir) de estos y otros muchos asuntos estuvieron personajes como Bienvenida Pérez o el padre Apeles, que mostraban su visceralidad y acuñaron el término de 'polemista', por su habilidad para crear conflictos de la nada.

Nacimiento de la tele rosa

La fórmula del enfrentamiento funcionó. La parrilla de aquella época poco tenía que ver con la actual y los espectadores estaban poco acostumbrados a contemplar peleas en directo, insultos, salidas del plato o desacreditaciones. Y ese éxito se traducía en audiencia.

En esa línea Jesús Sánchez Carrascosa puso en marcha 'Tómbola', un programa que después fue calcado por las televisiones generalistas con propuestas como 'Salsa Rosa', 'Dónde estás corazón', o el actual 'Sálvame Deluxe'. En este magacín el invitado famoso dejaba de ser alguien a quien se le entrevistase por sus capacidades laborales y al que se le vanagloriase por sus triunfos. No, aquí lo que interesaba era con quien o quienes se acostaba cada cual. Comenzaba así la televisión rosa y se abría la veda para que la privacidad de cada cual se convirtiese en noticia.

Ximo Rovira comandaba como podía a un grupo de colaboradores (Karmele Marchante, Jesús Mariñas, Lydia Lozano, Jimmy Giménez Arnau...) que interrogaban sin pudor a los invitados y protagonizaban toda clase de anécdotas. Chabeli Iglesias inauguró las polémicas que se sucedieron en el plató saliendo del estudio al grito de «esta gente son gentuza». Carmina Ordóñez, el conde Lequio, Sofía Mazagatos o Pocholo Martínez Bordiu fueron dignos sucesores, en lo que a trifulcas se refiere, de la hija de Isabel Preysler. El programa se vendió a otras autonómicas y en todas repitió éxito y generó protestas de asociaciones y consumidores, que criticaban que se destinase dinero público para estos fines.

Los famosos vendían y en la emisora valenciana encontraron acomodo unos cuantos. Mar Flores se puso al frente del improvisado karaoke de 'La música es la pista', Bárbara Rey preparaba pucheros en 'En casa de Bárbara', María Abradelo afinaba sus cuerdas vocales en 'Canta, canta...'.

Sería injusto cerrar el repaso a la programación de Canal 9 sin citar otros programas divulgativos y de entretenimiento que en los últimos años trataron de ofrecer una imagen diferente del canal, como 'Matí, matí' o 'En conexió' y, sobre todo, sin hacer referencia a la ficción que daba soporte al audiovisual valenciano y que alcanzó su cima con 'L'Alqueria Blanca'. Antes de ella llegaron 'A flor de pell', 'Herencia de sàng' o 'Autoindefints'.

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