El punter irrepetible, Coeter II, gana de nuevo el Individual Bancaixa de raspall
El campeón imparte en Piles una lección de juego mano a mano contra Moncho, a quien derrota por 25-10 para alzarse con otro título
GUILLEM SANCHIS
Lunes, 11 de noviembre 2013, 02:05
El Individual Bancaixa de raspall se cerró ayer en Piles con la victoria de Coeter II contra Moncho por un claro 25-10. O lo que es lo mismo: el campeón sumó cuatro juegos, por uno del subcampeón. El punter de Simat de la Valldigna cuajó una partida perfecta, una lección de buen juego mano a mano, para conquistar su segundo título en un total de cinco finales. La particularidad del triunfo de Coeter II reside en que ha sido el único pilotari en su puesto capaz de ganar este título. Ya lo hizo en 2006, contra otro punter, Agustí. Ayer consagró su leyenda de jugador irrepetible contra un resto, Moncho.
Coeter II no pasó demasiados apuros para ganar porque dominó la partida según los parámetros que le hacían superior frente a su rival. Llevó a Moncho a su terreno, y ahí lo mató a pelotazos. La estrategia de un punter contra un resto debe ser ganar metros, acercarse para aprovecharse de su mayor capacidad de resolución de los quinces. De poco le valía al subcampeón ganar metros ya que, una vez cerca del fondo rival, no sabía qué hacer con la vaqueta. Para Coeter II, en cambio, cada paso adelante era menos distancia hacia la consecución del quince, el juego y, finalmente, de la victoria.
El éxito de Coeter II en el Individual empezó a gestarse hace un año, cuando cayó por tercera vez contra Waldo en la final. El duelo apenas llegó a la media hora de duración. El de Simat quedó tan tocado que prometió no volver a jugar. Hace tres meses se planteó si repetiría presencia en el Individual. Su patrocinador y su círculo más íntimo le convencieron para que lo intentase. Eso sí, Coeter II buscó un preparador para tratar de arrebatarle la corona a Waldo.
El trabajo junto al ex atleta de Gandia y ahora preparador físico Luismi Sabater ha dado sus frutos. «Físicamente estoy en el mejor momento de mi carrera. Ahora, acaban las partidas y no me canso. La preparación ha sido una experiencia muy bonita. El objetivo es prolongar mi carrera», explicaba el campeón, que nunca antes se había asesorado de esa forma. «Es el pupilo perfecto, todo lo que le mando, lo hace. Apenas hemos hecho un 25% de lo que podemos hacer con más tiempo», advierte Sabater.
Con Waldo fuera del torneo por lesión, Coeter II afrontaba un campeonato mucho más cómodo. En semifinales, sufrió contra Punxa, también en Piles. Fue más un problema de cabeza que de piernas. Ayer, de nuevo en el trinquete que lleva el nombre del mítico Ciscar, salió como una locomotora, a comerse al rival desde el primer quince. Como punter, su arma no es precisamente el saque. Pero eligió empezar al 'dau'. Ganó los tres primeros juegos de carrerilla (20-5), sufrió en el cuarto (10-20), y se paseó en el último para escribir su nombre con letras de oro y todo merecimiento en la historia de la pilota valenciana.
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